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La veta canalla de la Nueva Comedia Americana

Las películas con gags escatológicos y lenguaje soez, que trivializan el sexo y proscriben la madurez, como la recién estrenada "Mike y Dave buscan rollo", vive un singular auge

E Virgen a los 40. El estreno como director de Judd Apatow apuntaló su "factoría" y encumbró a Steve Carell.

La comedia "Made in USA" vive, desde hace casi dos décadas, un momento de esplendor. La irrupción, en los años del cambio de siglo, de una nueva generación de directores y actores cómicos ha propiciado la renovación del género, superando los márgenes que separaban las comedias románticas de las parodias disparatadas, los filmes para adolescentes de las películas con cierto trasfondo intelectual. Pero, a rebufo de esta reactivación genérica, también han proliferado las comedias llamadas "gamberras", filmes marcados por un lenguaje soez, gags escatológicos y una trivialización de las relaciones sexuales. Es la veta canalla de la Nueva Comedia Americana, cuyo último ejemplo, "Mike y Dave buscan rollo serio", acaba de llegar a los cines.

Los orígenes de esta veta pueden rastrearse hasta los últimos años setenta y los primeros ochenta del pasado siglo, con películas como "Los incorregibles albóndigas" (Ivan Reitman, 1979), "Aterriza como puedas" (Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker, 1980) o "Porky's" (Bob Clark, 1982). Pese a estos hitos, el humor de la industria norteamericana, en los años ochenta y principios de los noventa iba por otros derroteros. Eran los años de apogeo de la comedia romántica, en los que no estaba permitida la sal gruesa, aunque algunos cineastas como John Hughes, Harold Ramis, el propio Ivan Reitman o los mismísimos hermanos Coen ensayaban vías alternativas.

El panorama comenzó a cambiar cuando Hollywood se dio cuenta del potencial económico de este tipo de cine "gamberro". En la década de los noventa, los hermanos Farrelly hicieron saltar la banca en dos ocasiones: primero en 1994, con "Dos tontos muy tontos", y de nuevo en 1998, con "Algo pasa con Mary", que recaudó 370 millones de dólares en todo el mundo.

El primero de estos filmes ayudó a encumbrar a Jim Carrey, que además de su papel para los Farrelly también protagonizó, ese mismo año, otros dos taquillazos: "Ace Ventura" y "La Máscara", película en la que brillaba una joven californiana que alcanzaría el estrellato tras protagonizar, junto a Ben Stiller, el segundo taquillazo de los hermanos: Cameron Díaz.

Este fue otro aspecto crucial que propició el auge de la veta canalla dentro de la comedia americana: la irrupción de una nueva generación de actores, guionistas y directores que habrían de dar un nuevo impulso al género, buena parte de ellos tras haber pasado por la inagotable cantera de cómicos del "Saturday Night Live". Además de los Farrelly, Carrey y el propio Stiller, que alterna su faceta como actor y director, en los años siguientes comenzarían a brillar intérpretes como Will Ferrell, los hermanos Luke y Owen Wilson, Vince Vaughn, Jack Black, Mike Myers o Paul Rudd, y cineastas como Todd Phillips, Adam McKay o incluso Kevin Smith, cuya estrella se apagó abruptamente tras sus primeras películas: "Clerks" (1994) "Mallrats" (1995) y "Persiguiendo a Amy" (1997).

Dentro de esta renovación, hay dos nombres que merecen un aparte. El primero es el actor, guionista y productor Adam Sandler, que tras tomar la alternativa como protagonista con Billy Madison (Tamra Davis, 1995), adquirió gran popularidad, especialmente en el mercado norteamericano.

En sus dos décadas de carrera, los filmes de Sandler han recaudado más de 4.600 millones de dólares en el mercado global. Pero además, el cómico ha logrado crear una inequívoca "marca de fábrica" de sus producciones. Asimismo, Sandler, tiene un afilado olfato comercial: en 2015, tras sufrir algunos reveses en taquilla, el cómico firmó un lucrativo contrato con Netflix para producir y protagonizar cuatro filmes. El resultado: Sandler es actualmente uno de los principales activos de Netflix y las dos películas que ha estrenado con ellos, "The Ridiculous 6" y "The Do-Over", encabezan las listas de los filmes más vistos en el canal.

El otro gran creador de la comedia canalla norteamericana es el director, productor y guionista Judd Apatow. Formado junto a Ben Stiller, Apatow se inició en tareas de producción en "Un loco a domicilio" (1996), comedia dirigida por Stiller y protagonizada por Jim Carrey que, como otras obras del autor de "Zoolander" (2001), acabaría convirtiéndose en un filme de culto. Tras varios años fogueándose en cine y televisión, Apatow debutó como director con una película capital dentro del género: "Virgen a los 40" (2005), coescrita y protagonizada por Steve Carell.

La relevancia de Apatow, no obstante, reside en su labor como productor. Al abrigo de lo que se ha dado en llamar la "Factoría Apatow", han crecido cineastas como Nicholas Stoller o Greg Mottola, y ha surgido una nueva hornada de cómicos como Jason Segel, Michael Cera, Jonah Hill o el todoterreno Seth Rogen, además de Emma Stone, que debutó a las órdenes de Mottola en "Supersalidos" (2007), y de James Franco, cómplice de Rogen y Evan Goldberg en la controvertida "La Entrevista" (2014), y que se había iniciado en la comedia televisiva a las órdenes de otro cineasta de interés, como es Paul Feig. Además, a estos nombres se han sumado otros cómicos procedentes de la televisión, principalmente un Seth MacFarlane, que tras triunfar en la pequeña pantalla con "Padre de familia" dio en la diana con "Ted" (2012).

Con semejante caldo de cultivo, los frutos de esta veta canalla de la conocida como Nueva Comedia Americana han sido numerosos, aunque todos tienen varios puntos en común, más allá del humor grueso. Todd Phillips, el director de la trilogía "Resacón", despuntó en 2003 con "Aquellas juergas universitarias", película clave en tanto en cuanto sintetiza la temática principal de la mayor parte de esta vertiente de la comedia: la dificultad del hombre actual para alcanzar la madurez. Una temática que, en clave adolescente, explora la estupenda "Supersalidos", revisión del cine de instituto en una clave mucho más próxima a "American Graffiti" (George Lucas, 1973) que a "American Pie" (Paul y Chris Weitz, 1999).

Para añadir matices al conjunto, una generación de cómicas, procedente asimismo de "Saturday Night Live", ha ido adquiriendo relevancia de manera paulatina, demostrando que el humor canallesco no es cosa solo de hombres. Con Kristen Wiig, Melissa McCarthy y las emergentes Kate McKinnon y Amy Schumer a la cabeza, las féminas tienen mucho que decir en este género, como se demostró en "La boda de mi mejor amiga" (Paul Feig, 2011), sobre un guion de Wiig producido por Apatow. Una vertiente femenina que todo apunta a que irá a más en los próximos años, pese al relativo resbalón de "Cazafantasmas".

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