Paco León está convencido de que su tercer largometraje, "Kiki, el amor se hace", es un compendio de historias de amor y sexo, pero porque "el sexo es el lenguaje del amor", y afirma que en el ámbito sexual la gente es más tolerante y está "más que preparada" para aceptar lo diferente.

"Hay tantas sexualidades como personas, pero, si todo está consentido y sirve para hacerte feliz, pues olé", resume el actor, productor, guionista y director en una entrevista con Efe con motivo del estreno de esta película el viernes en salas de toda España.

"Seguimos desconfiando de nuestra propia madurez y creo que la gente es más tolerante de lo que parece. Y si uno practica la libertad y la naturalidad, de repente también la recibe", asegura el sevillano, que en esta ocasión se ha rodeado de un reparto coral en el que es difícil destacar el trabajo de algún actor, incluido él mismo.

"Aunque esta es mi tercera película, no me gustaría convertirme en un director; me responsabiliza demasiado -se confiesa León-, sigo pensando que son actividades extraescolares. Hago mis pinitos, pero soy actor y no quiero perder las ganas de experimentar y que la dirección sea un terreno de experimentación".

Porque "Kiki, el amor se hace" es más que una película o un título gracioso, como cabe esperar de una comedia: "El amor se hace y se construye, y hay que hacerlo atendiendo también a lo sexual", afirma León, que pronto cambiará de ocupación para interpretar, a las órdenes de Miguel del Arco, su primera zarzuela.

Son, en total, cinco historias de amor, acompañadas de cinco formas de obtener placer muy diferentes pero que necesitan ser integradas en las vidas de quienes las experimentan, si quieren evitar la infelicidad.