El pequeño Nicolás está más suelto en la casa de Guadalix de la Sierra que delante del juez. Más en su salsa (rosa, ¿o amarilla?, ¿negruzca tal vez?). Si lo llaman a declarar se calla como un muerto.No el súper de Telecinco, otros centros del poder: CNI, Zarzuela, Moncloa, calle Génova y demás. Pero no se cansen. El auténtico expediente reservado del pequeño Nicolás no es ni su también presunta novia hija de mandatario, ni su amistad con el hijo de Luis el fuerte. No, el verdadero asunto de Estado, carne de tesis, es su batín de felpa. Seguido de cerca por el pijama anime de Rappel. Claro.