Los juguetes se pasan a la red

Lo que hasta hace poco era un argumento de películas como "Toy story" se está convirtiendo en realidad gracias a las nuevas propuestas de algunos fabricantes de juguetes: muñecos con capacidad para interactuar con sus pequeños dueños. Una novedad que lleva consigo un requisito que provoca no pocas dudas, por no decir desconfianza pura y dura: la dependencia de internet. La polémica llegó con Hello Barbie, un nuevo modelo de la famosa muñeca de Mattel que grabará lo que hable con el niño y la charla quedará almacenada en la nube, lo cual, según las voces críticas, dará una información privilegiada al fabricante que daña la privacidad. ToyTalk, la firma encargada del sistema, ha señalado que nadie podrá identificar al niño y Mattel ha asegurado que se cumplirán a rajatabla las normativas de seguridad, pero la campaña de asociaciones defensoras de la privacidad infantil en contra de esta nueva Barbie se mantiene.

Al tratarse de un gigante como Mattel esta nueva muñeca que habla con los niños ha despertado mucho interés, pero no es la primera en llegar. En 2014, la empresa inglesa Vivid Toys puso en las estanterías "My friend Cayla", con un programa de reconocimiento de voz y que también se conecta a internet por medio de una tableta o teléfono inteligente. Puede responder preguntas sobre cultura general gracias a su acceso a un banco de datos con miles de frases y a la información que puede rastrear en internet. Cuesta unos 60 euros y el fabricante asegura que no guarda información privada. CogniToys es un dinosaurio conectado a internet de la empresa ElementaryPath, asociada a IBM, que también puede interactuar con los niños formulando y dando respuestas, a la vez que evoluciona y forja su propia personalidad. Lógicamente, Disney no podía quedarse atrás en esta carrera por los juguetes que hablan y trabaja para que sus peluches hablen entre elos.