Salma resiste con un perfil discreto

La esposa del rey de Marruecos es la primera consorte de un monarca alahuí que tiene agenda propia y aparece en público

Salma de Marruecos.

Salma de Marruecos.

M. J. I.

A su manera, Lalla Salma, la esposa del rey Mohamed VI de Marruecos, la madre del príncipe heredero Hassan (moulay Hassan) y la princesa Khadija, nacida Salma Bennani, ha hecho una revolución silenciosa, sin necesidad de grandes aspavientos. La bella informática, que fue creada lalla (princesa), tras su matrimonio, es la primera esposa de un monarca alahuí que mantiene una agenda propia y aparece en público con cierta frecuencia. Por ella, Mohamed VI disolvió el harén real que mantenía su padre, el difunto rey Hassan, y transformo la corte en un espacio más moderno, dentro del concepto de modernidad que impera en un país como Marruecos, profundamente apegado a las tradiciones.

En Marruecos se la ha llegado a comparar a la reina Letizia. Ambas llegaron a la realeza procedentes de sólidas carreras profesionales. Salma habla árabe, francés e inglés y algo de español. Suele combinar los caftanes marroquíes con los grandes diseñadores internacionales. En 1995, terminó el bachillerato, en la especialidad de ciencias matemáticas. Tiene una hermana médico, y tres hermanas más del segundo matrimonio de su padre. En 2000 se graduó como Ingeniero del Estado en Ingeniería informática. Ahora preside la asociación Lalla Salma de "lucha contra el cáncer" y es embajadora de buena voluntad de la OMS. Cuenta con numerosas condecoraciones internacionales, entre ellas la Orden de Isabel la Católica, que le impuso el rey Juan Carlos en 2005.

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