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Gran Hermano 15

Hugo Pérez: "Gran Hermano me ha enseñado a madurar"

"Se me ocurrió concursar con mi cabra Rubia porque nadie quiso apuntarse"

Hugo con su compañera de concurso Azahara, ayer en Madrid.

"Ahora mismo estoy entusiasmado, con un choque entre la realidad del programa y ésta. Después de más de 80 días dentro sales y todo el mundo quiere hacerse fotos contigo. Llega a agobiar porque nunca pensé que esto tendría tanta repercusión". Así se explica Hugo Pérez, el concursante buenense de Gran Hermano 15 que abandonó la casa el pasado jueves quedándose a las puertas de la gran final. Todavía en Madrid -perdió el tren que debía traerlo ayer a Bueu y decidió quedarse hasta el jueves- disfruta del momento y analiza su paso por el popular programa televisivo, al que entró junto a su cabra Rubia.

- ¿Cuántos mensajes, llamadas y whatsapps

- Bufff. Muchísimos. Miles preguntándome si era yo, el Hugo de verdad, y siempre les respondo diciendo que soy el de mentira. Me han llamado muchas andaluzas, de Alicante, del País Vasco... Antes de entrar tenía mi teléfono en un comentario de una foto en las redes sociales y se fue pasando por todo el mundo.

- ¿Cómo es la realidad después de casi 90 días encerrado?

- Ves todo muy diferente y lo valoras más. Cosas como salir a correr o a dar una vuelta, porque allí no puedes. Valoras a la familia y eso creo que es lo más grande que me llevo. También aprendí a cocinar, a poner una lavadora. Pero la experiencia me ha enseñado a valorar más lo que es más importante, y a madurar.

- Lo cierto es que se le ve suelto delante de las cámaras

- Bueno... El otro día me preguntaba un redactor por qué en el plató era tan divertido y en la casa era un mueble. Allí echaba de menos a mi familia, pero al verla en el plató me sentí y me comporté como si estuviese en casa.

- De hecho decía Mercedes Milá que acabaría en la televisión.

- Estar ahí fue un sueño y trabajar en la televisión no parece muy cansado, pero ahora no pienso en eso.

- Ha despertado un cierto revuelo al anunciar en El Debate de Gran Hermano que lo dejaba con su novia tras haber recibido montones de mensajes de "pivones de yate".

- Al ser en directo quizás no debí haberlo dicho así, pero fue lo que me salió en ese momento. Pero ya le pedí perdón a mi exnovia.

- ¿Cómo se consigue estar en la casa sin que nadie haya dicho una sola palabra negativa hacia usted?

- No hubo una palabra, pero sí que dijeron que era un mueble. De hecho subí una foto al Twitter con eso. Lo más inteligente es reírse de uno mismo. Yo fui yo mismo siempre y como dijo mi madre tengo buen corazón.

- Quizás sus momentos más duros fueron al echar un poco de menos a su familia.

- Un poco no, los eché muchísimo de menos. Nunca estuve más de cinco días fuera de casa ni 24 horas sin hablar con mis padres. Mi primer lloro fue a los cinco días y como dijo el Súper "Llorar es de hombres" y me he quedado con eso.

- ¿Es cierto ese tópico de todos los concursantes de que dentro las cosas se magnifican?

- Sí, muchísimo, en grados muy altos. Teníamos tres galletas cada día y cuando uno comía cuatro... Cualquier mínimo problema era una catástrofe, pero porque no tienes otra cosa que hacer.

- ¿Cómo se le ocurrió lo de concursar con la cabra?

- Pregunté en clase y nadie quiso apuntarse. Así que mientras cubría el formulario vi a Rubia y me dije ¿por qué no? Pensé que este año me presentaba así y para el año ya lo haría en condiciones. Creí que se iban a reír pero que no me llamarían.

- ¿Y qué planes tiene para el futuro?

- Me quedan tres asignaturas para acabar el Bachillerato y luego quiero hacer algún ciclo relacionado con el Medio Ambiente. Pero igual mañana cambio. Y a Rubia le buscaré un cabrón para que la preñe y darle un cabrito a Azahara.

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