El truco del calcetín: el sorprendente remedio de la abuela para dejar las persianas como nuevas

Dale una segunda vida a este prenda como aliado perfecto en la limpieza de tu casa

Limpiando persianas

Limpiando persianas

Limpiar las persianas es, sin duda, una de las tareas más engorrosas del hogar. Es una práctica que solemos alargar lo máximo posible hasta que ya se convierte en una auténtica necesidad por la acumulación de polvo y suciedad.

Si ha llegado la hora de que le devuelvas ese aspecto reluciente a las persianas de tu casa, debes conocer este trucazo de abuela que te hará la vida mucho más fácil y para el que solo vas a necesidad un calcetín, si puedes ser de algodón mejor, vinagre de limpieza y un pulverizador.

Para dejar la persiana como nueva, mezcla agua y vinagre blanco a partes iguales en un pulverizador. Después colócate el calcetín en la mano como si fuera un guante o una manopla, y pulveriza la mezcla sobre las láminas de la persiana o directamente sobre el calcetín.

Procede a limpiar suavemente cada lámina de arriba a abajo; la mezcla que has pulverizado ayudará a eliminar la suciedad y el algodón del calcetín atrapará el polvo.

Limpiar la persiana por la parte de afuera

Cuando tenemos acceso al exterior de la persiana, la limpieza es mucho más sencilla: bajamos la persiana de forma parcial para que las lamas queden abiertas y tengamos acceso a las típicas ranuras, donde se acumula la suciedad.

A continuación, cogeremos un cepillo de cerdas blandas limpiaremos bien de arriba abajo para deshacernos de la suciedad. Tras cepillar la persiana, debemos aspirarla tanto por dentro como por fuera.

Ahora, libre de polvo, pasamos una bayeta con agua y jabón neutro, de izquierda a derecha y de arriba abajo. Cuando esté bien limpia, es importante secarla utilizando un trapo de algodón y hay que dejarla desenrollada para luego limpiar el interior.

Si no tenemos acceso al exterior de las persianas la solución tradicional es abrir el cajón superior donde se enrolla la persiana.

Deberemos coger una escalera y con un cubo lleno de agua y jabón ir limpiando la parte visible de la persiana enrollada. A continuación, desenrollamos un poco la persiana hasta que ya no vemos la parte que hemos limpiado y quitamos la suciedad de la siguiente vuelta. Repetimos el procedimiento hasta que hayamos limpiado la persiana al completo.

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