Además de aquellas superficies evidentes, como la tapa de un váter público, existen numerosos espacios y objetos que son también un auténtico nido de bacterias. Sin embargo, muchas de ellas las desconocemos, ya que solemos creer que son inocuos por estar en nuestra casa o por no tener un fea apariencia, cuando en realidad contienen una gran cantidad de microbios.

No se trata de huir del contacto con todos estos sitios, ya que en muchos casos resulta inevitable y tampoco son especialmente peligrosos para nuestra salud. Sin embargo, es interesante conocer estas superficies para tener en cuenta una mejor limpieza de ellas o una mayor higiene nuestra tras estar en contacto con ellas, a fin de que no se expanda, por ejemplo, a los alimentos. Estos son algunos ejemplos que puede que desconozcamos:

Teléfonos móviles

Un estudio de la Universidad de Barcelona, determinó que en la superficie de un teléfono móvil podrían llegar a encontrarse más de 600 especies de bacterias. Esto es debido a que continuamente nuestras manos están en contacto con ellos o con las Tablet y, además, los depositamos en infinidad de sitios distintos tanto en casa como fuera de ella.

Dinero

Tanto los billetes como las monedas son algunas de las superficies más contaminadas por los gérmenes, ya que pasan por numerosas manos casi diariamente y van acumulándose las bacterias de cada persona. Además, es un objeto que no se lava nunca, con lo que tiene una difícil solución.

Volantes

El volante de un vehículo es otro foco cotidiano que está repleto de bacterias, ya que continuamente posamos las manos sobre él, como señala un estudio del National Centre Biotechnology de EEUU. En caso de los coches de alquiler, al pasar por tantas manos distintas, la concentración de bacterias es aún más alta.

Barras de los bares

Pese a que el camarero pase la bayeta, o precisamente por ello, la barra de los bares están continuamente plagadas de microbios. El continuo posar de manos y brazos hace que se vayan depositando en la barras numerosas bacterias que, desde luego, siguen quedándose acumuladas en el trapo que va pasándose para, supuestamente, limpiarlas.

Cepillo de dientes

La mayoría de los cepillos de dientes están llenos de bacterias hasta puntos no deseables, incluso de algunas fecales -por su cercanía con el inodoro-, ya que al tirar de la cadena, la nube que se crea genera que estos microbios se extiendan. Según un estudio de la Universidad de Alabama, se podrían acumular hasta 3000 bacterias distintas.

Bolsas de la compra

Cuando reutilizamos las bolsas de la compra, del material que sea, se va produciendo una acumulación de bacterias procedentes de los diferentes alimentos y paquetes que hemos ido introduciendo en ella y que van depositándose en los nuevos alimentos que vamos a ingerir. Por ello, de vez en cuando, resulta conveniente lavarlas. Especialmente peligrosas resulta la posible presencia de E coli o Salmonella.

Estropajos

En nuestra propia casa podemos encontrar espacios y objetos llenos de gérmenes. Es el caso de los estropajos y trapos, ya que no nos limpiamos a diario y, en ocasiones, incluso ni siquera los escurrimos, por lo que las superficies y restos que limpiamos con ellos, quedan acumulados, incluso hasta dos semanas. El fregadero, si dejamos en ellos vajilla sin limpiar, también es un foco de bacterias.

Tabla de cortar comida

Un 20% de las infecciones contraídas se producen en el hogar de cada uno y, uno de los principales focos puede estar en la tabla de cortar comida, ya que en ella se depositan numerosos alimentos crudos, con los consecuentes microbios que van quedándose, por lo que limpiarlo habitualmente pueden ayudar a evitar la aparición de infecciones.

Juguetes

Si tenemos juguetes en casa, debemos ser conscientes de que estos son un almacén de bacterias ya que, en ocasiones, los niños juegan con ellos directamente en el suelo. Especialmente peligroso resulta el hecho de que, muchas veces los niños tienden a morder los juguetes y, por tanto, introducirse las bacterias en la boca. Además, según un estudio de la Universidad de Barcelona, el 17% de los consultados reconoce no limpiar nunca los juguetes.

Zapatos

Según un estudio de la Universidad de Arizona, unos zapatos pueden tener más de 420.000 bacterias después de sólo dos emanas de uso, al estar en continuo contacto con el suelo de la calle. Además, después los introducimos en casa. Limpiarse las manos después de tocar los zapatos y lavarlos de vez en cuando, resulta muy recomendable.