Cada vez es más frecuente preguntarse cuál es la posición y sitio adecuados para situar la cama a la hora de amueblar el dormitorio. En países como Estados Unidos, es habitual ubicar el cabecero de la cama bajo la ventana, práctica que en España no es muy común y que, de hecho, se desaconseja.

Aunque pueda resultar agradable estéticamente, existen una serie de desventajas que no podemos pasar por alto. En caso de que la ventana diese a la calle, no debemos ubicar la cabecera directamente debajo de esta, por motivos de seguridad y para que los sonidos procedentes del exterior no nos interrumpan el sueño. Se trata también de una cuestión de intimidad.

La segunda razón que debemos tener en cuenta es que, a la hora de ventilar la habitación, la apertura de la ventana puede resultar muy incómoda, bien porque pegue con algún elemento del cabecero, bien porque nos veamos obligados a situarnos encima de la cama para llevar a cabo la acción.

La doctrina del Feng Shui -creamos o no en ella- también desaconseja esta ubicación para el mueble. Según sus preceptos, origina una fuerte corriente de Chi que puede provocar malestar. Del mismo modo, esta doctrina recomienda que la cabecera de la cama tenga algo sólido tras ella y que, además de situarla alejada de la ventana, no debe estar directamente frente a ninguna puerta, ni la del dormitorio.