Las paredes lisas ganaron terreno al gotelé hace algún tiempo. De repente, nadie entendía por qué se habían puesto de moda las gotitas en las paredes del hogar, parecía una técnica desfasada y de gusto dudoso.

Las paredes lisas son mucho más agradecidas y fáciles de decorar: se pueden empapelar con papeles bonitos, poner vinilos, pintar de dos o varios colores sin temer que la línea divisoria quede torcida... Pero, como contrapartida, también se ensucian mucho más que las paredes con relieve o efectos sorprendentes y muestran, de una forma más evidente, los desperfectos que se van produciendo en los muros con el paso de los años.

Ya sea porque son funcionales o porque quieres cambiar la estética de tu casa, te presentamos algunas pinturas que crearán distintos tipos de efectos en tus paredes.

Efecto metal:

Foto: Leroy Merlin. Más imágenes en nuestra galería.

Las pinturas metalizadas destacan una parte de la habitación otorgándole una imagen lustrosa y brillante. Lo ideal no es pintar toda la habitación con este tipo de pintura, que por lo general acostumbra a ser dorada, metalizada o cobriza, sino sólo una parte que queramos destacar, como por ejemplo una chimenea o un murito pequeño.

Efecto mármol:

Foto: papelespintadosdecorativos

Para realizar esta técnica, primero aplica una mano de pintura blanca. A continuación, da una mano de fijador, para que el color blanco tenga más profundidad en el resultado final. Ahora mezcla en un bote, la mitad del color que quieras (de tonalidad oscura) con la otra mitad de pintura blanca.

Tras cubrir tus manos con guantes de goma, retira la pintura sin deslizar, apoyando el guante para conseguir diferentes tonalidades de colores y dejando el blanco de base al descubierto.

Una vez esté la pared seca, repetiremos la técnica pero con el tono oscuro, el que nos ha sobrado antes de mezclarlo con la pintura blanca. Apoyar el guante, limpiar con papel de cocina, y así hasta conseguir el efecto deseado. Tras dejar secar esta nueva capa durante una tarde entera, podemos aplicar una o varias manos de barniz o laca para obtener el efecto mármol.

Efecto esponja

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El efecto esponja se puede apreciar en la pared del fondo. Foto: Pinterest, Aly Garom.

Quizás sea la técnica menos complicada de todas. Elige una esponja vegetal para extender la pintura que hayas elegido. Tienes que pintar las paredes desde la parte de afuera y de vez en cuando dar golpes en un solo lugar al azar. Cuando observes tu trabajo verás las curiosas formas que se han creado con esta técnica.

Efecto degradado

Foto: Pinterest, Ryann Anderson

Por norma general, los degradados se suelen hacer de forma horizontal y es una transición del color elegido, desde la tonalidad más oscura hasta la más clara. Se consigue un efecto muy natural, como si se tratara de un amanecer. Esta técnica exige precisión y herramientas de pintor profesional como pistola y compresor.

Efecto del papel roto

Foto: pisos.com

El aspecto papel roto es una técnica que consiste en rasgar literalmente pedazos de papel pintado al azar. Comienza con las paredes limpias y secas. A continuación, corta tiras de papel a un metro o metro y medio y píntalas con un rodillo, del color deseado. Luego, repite la acción con otra tonalidad de la misma gama y luego, otra vez, con un tono más fuerte o más oscuro de los que hayas usado.

A continuación, rompe el papel y usa pegamento de empapelar. Cuando esté seco, aplica una capa de fijador transparente encima.

Efecto arena

Foto: Leroy Merlin

Este tipo de pintura es ideal para los exteriores ya que ofrece una textura arenosa, que se aplica directamente tras una imprimación. Las pinceladas deben ser rápidas y en diferentes direcciones. Aplica pintura en otros colores cuando ésta esté seca y lograrás un efecto de profundidad.