Ante las asfixiantes cuotas de las compañías eléctricas, cada vez resulta más rentable apostar por las placas fotovoltaicas para generar energía en nuestra casa. Todo parece aliarse para optar por esta fuente limpia: por una parte, la subida imparable del recibo; por otra, el abaratamiento de las instalaciones solares y, también, las facilidades que están dando las administraciones en forma de ayudas, subvenciones y bonificaciones de impuestos.

Sin embargo, la pregunta clave que se formulan muchos consumidores es: ¿hasta qué punto es rentable instalar placas solares en una vivienda?

Todas las empresas y expertos consultados coinciden en que el ahorro que supone optar por esta vía es innegable.

En primer lugar, hay que tener en cuenta qué cuestan las placas solares y demás instalaciones que vamos a colocar en casa. El coste total de la inversión puede oscilar entre los 9.000 y los 16.000 euros para una vivienda estándar (una familia de tres o cuatro miembros).

En el supuesto de un coste de 16.000 euros, la amortización puede lograrse en aproximadamente ocho años. Eso sería así gracias a un ahorro de 2.000 euros anuales en la factura de la luz. Este ahorro puede ser incluso mayor si la evolución de las tarifas sigue subiendo.

En estos ocho años se habrá ahorrado lo mismo que hemos gastado, es decir, habremos amortizado la compra.

Hay que tener en cuenta que este cálculo, realizado por portales especializados como ecoinventos.com, smartspain, idealista y otros, no incluye las bonificaciones y subvenciones que cada vez con más frecuencia realizan los ayuntamientos y que suponen un ahorro añadido.

En todo caso, y en función de las circunstancias, el margen de amortización puede variar desde un mínimo de cinco años hasta un máximo de 12. Pero incluso en el peor de los supuestos sigue siendo rentable. Y ello es así porque la vida útil de la instalación fotovoltaica en viviendas residenciales suele alcanzar los 30 años.

Los expertos de la industria solar afirman que siempre que el periodo de amortización de los paneles sea inferior a la mitad de la vida útil del sistema, estaremos ante una inversión rentable.

Las baterías, solo para casas alejadas de la red

Estos cálculos se refieren en todo momento a instalaciones que no tengan una batería para acumular energía y pueda generar electricidad también durante la noche o en periodos muy nublados.

Pero, según EFC Solar, otra empresa del sector, la mayoría de placas que se están instalando en España no incluyen batería, al no ser estrictamente necesarias. Sí lo son para viviendas ubicadas en lugares remotos y desconectados de la red general de electricidad.

Esta empresa afirma que las baterías “aumentan el coste de la instalación innecesariamente y disminuyen su rentabilidad”, en la mayoría de los casos.

Sí pueden ser útiles cuando el consumo de energía vaya a hacerse únicamente cuando no hay sol.

Las instalaciones ordinarias, sin baterías, permiten seguir echando mano de la red energética convencional en caso necesario. Y también se puede ‘volcar’ a la red el sobrante de energía solar que capten nuestros paneles, lo que se traduce en una rebaja añadida del recibo.

Las instaladoras señalan que los paneles siguen captando luz y generando electricidad incluso en días nublados, siempre y cuando no sea una situación muy persistente y con un grado de nubosidad muy elevado.

En todo caso, los aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de contratar la colocación de placas solares en nuestra casa son varios:

-Un presupuesto detallado de la instalación para saber qué costará todo cuando ya esté en marcha y comparar dicho coste con el gasto que nos supone el recibo actual de la luz.

-Para saber si el plazo de amortización será más o menos largo hay que saber qué ayudas otorga nuestro ayuntamiento o comunidad autónoma para este tipo de instalaciones. Hay que informarse de ello y añadir estas bonificaciones al presupuesto.

-Ten en cuenta los posibles préstamos o créditos que vayas a solicitar para pagar la instalación, pues también harán variar (en este caso al alza) el presupuesto.

-Si vives en un lugar aislado de la red eléctrica convencional, tendrás limitaciones de suministro de energía solar durante la noche, porque solo dependerás de tus placas. En ese caso, debes informarte de los costes que supondría una batería para acumular energía, lo que te hará totalmente autosuficiente.

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