Un estudio ha demostrado que roedores y cerdos son capaces de usar los intestinos para respirar en situaciones de emergencia. De este modo, aportan pruebas de que estos mamíferos comparten mecanismos de respiración con algunos organismos acuáticos.

Puede parecer una broma, pero un equipo científico de la Universidad Médica y Odontológica de Tokio (TMDU) ha demostrado que algunos mamíferos son capaces de usar los intestinos para respirar en determinadas situaciones de emergencia.

En concreto, este estudio aporta pruebas de que los roedores y los cerdos comparten con ciertos organismos acuáticos la capacidad de utilizar sus intestinos para respirar.

El estudio concluye que el suministro de oxígeno, ya sea en forma gaseosa o líquida, consigue aumentar los niveles de oxigenación de la sangre en mamíferos con insuficiencia respiratoria.

Inspiración acuática

Inspiración acuática Los científicos partieron de la base de que algunos organismos acuáticos han desarrollado mecanismos de respiración intestinal en ambientes de hipoxia u oxígeno bajo.

Las lochas, los peces gato, los pepinos de mar y las arañas tejedoras, son algunos de estos organismos con esta insólita capacidad.

Ellos capturan oxígeno a través de su intestino posterior para sobrevivir en situaciones en las que este elemento indispensable es escaso.

Por tanto, el objetivo de este estudio era demostrar que los mamíferos también pueden desarrollar esta forma de respiración.

Para llevar a cabo el experimento, los autores diseñaron un sistema de ventilación de gases intestinales para administrar oxígeno puro a través del recto de los ratones.

Demostraron que, sin el sistema, ninguno pudo sobrevivir más de 11 minutos en condiciones de oxígeno extremadamente bajo.

Con la ventilación intestinal, les llegó más oxígeno al corazón y el 75% de los ratones sobrevivieron unos 50 minutos.

Sin embargo, este hallazgo llevó a los investigadores a idear otro método: la inyección de perfluorodecalina oxigenada (PFD).

El sistema de ventilación líquida intestinal proporcionó beneficios terapéuticos a roedores y cerdos expuestos a condiciones no letales de bajo oxígeno.

Por ejemplo, los ratones que recibían ventilación intestinal podían caminar más lejos en una cámara de oxígeno al 10%, en comparación con los ratones que no recibían ventilación intestinal.

En cerdos los resultados fueron similares. La ventilación líquida intestinal revirtió la palidez de la piel, la baja temperatura corporal, aumentaron sus niveles de oxígeno y todo sin producir efectos secundarios evidentes.

El equipo también confirmó la mejora de la oxigenación a nivel celular mediante tinción inmunoquímica.

Esta técnica se emplea para la localización de moléculas en los tejidos mediante el empleo de anticuerpos.

Además, comprobaron que la mínima cantidad de PFD que se absorbía junto con el oxígeno no causaba ningún daño.

Las bacterias intestinales tampoco se alteraban, así que se refuerza la seguridad de este método.

Una gran noticia

En conjunto, los resultados muestran que esta estrategia es eficaz y alivia los síntomas de insuficiencia respiratoria en dos sistemas modelo de mamíferos.

El primer sistema que probaron, el de ventilación de gas, requiere la abrasión de la mucosa intestinal, por lo que es poco probable que sea clínicamente factible en pacientes humanos.

Sin embargo, está demostrado clínicamente que la PFD utilizada en la ventilación líquida es biocompatibles y segura en humanos.

Esto podría ser una gran noticia para aquellas personas a las que el coronavirus ha afectado, sobre todo, en los pulmones.

Con el apoyo de la Agencia Japonesa de Investigación y Desarrollo Médico, los investigadores planean expandir sus estudios hacia la traducción clínica.

Según afirman, la asistencia respiratoria terapéutica convencional comprende complejos protocolos tecnológicos.

Si estos escasean, como durante la pandemia, se pone en peligro la vida de muchas personas.

Por ello, se ha puesto de manifiesto la gran necesidad de desarrollar alternativas menos invasivas.

Estos nuevos descubrimientos de los investigadores de la TMDU pueden allanar el camino hacia nuevas estrategias de ventilación en el futuro.

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