Decorar una casa siempre supone un gasto muy elevado, pero abaratar costes y tener un hogar digno de cualquier revista de decoración es cada vez más sencillo.

Con poco dinero y siendo un poco manitas puedes hacer piezas muy originales tú mismo que le den un toque muy especial a tu vivienda.

Anota estas ideas si estás buscando un cabecero de cama para la habitación de matrimonio, la de los niños o el cuarto de invitados, donde no quieres invertir demasiado:

Cabecero pintado

Una idea de lo más ‘low cost’ es pintar sobre la pared el estilo de cabecero que más te guste. Para ello la pared sobre la que pintas debe ser lisa. Si consideras que el dibujo no se te da muy bien, otra buena opción es encargar un vinilo con forma de cabecero de cama y pegarlo a la pared, con la ventaja de que podrás despegarlo sin marcas cuando desees.

Cabecero de luces con palets

En cualquier polígono de tu ciudad puedes encontrar palets. Solo tienes que lijarlos para evitar las astillas, pintarlo del color que más te guste y colocar unas luces para conseguir un cabecero de cama realmente único.

Cabecero acolchado

Compra un tablón de madera, una lámina de espuma del mismo tamaño y una tela para tapizar que sea acorde con el resto de la habitación. Las de colores neutros son perfectas para que combinar el resto de telas sea más sencillo. Coloca la espuma sobre la tabla y fórrala con la tela. Grapa estirando bien los lados para que quede perfecto. Si quieres conseguir un efecto capitoné, cose varios botones en tres o cuatro hileras.