Tecnología / Geopolítica

Un nuevo microchip podría revolucionar a la IA y a los smartphones

El lanzamiento del microchip de 2 nanómetros marca un gran avance tecnológico, aunque al mismo tiempo reaviva disputas geopolíticas

El microchip de 2 nanómetros podría marcar un antes y un después en distintas áreas tecnológicas.

El microchip de 2 nanómetros podría marcar un antes y un después en distintas áreas tecnológicas. / Crédito: nanoslavic en Pixabay.

Redacción T21

El fabricante taiwanés TSMC presentó el microchip más avanzado del mundo: el chip de 2 nanómetros, que se comenzará a producir en masa para el segundo semestre del año, promete un gran avance en rendimiento y eficiencia, que podría transformar el panorama tecnológico de la IA y la industria móvil.

Sobre el comienzo de este mes, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) presentó su microchip de 2 nanómetros (2 nm), considerado el más avanzado del mundo hasta la fecha. Esta innovación promete un aumento de rendimiento de entre el 10% y el 15% o una reducción de consumo energético de hasta el 30%, en comparación con la tecnología de 3 nm, según informa IntelligentHQ.

De acuerdo a un artículo publicado en The Conversation, los microchips son la base de la tecnología moderna, que se encuentra en casi todos los dispositivos electrónicos, desde cepillos de dientes eléctricos y teléfonos inteligentes hasta ordenadores portátiles y electrodomésticos. Están hechos por capas y materiales de grabado como el silicio, para crear circuitos microscópicos que contienen miles de millones de transistores.

Un importante avance para la IA y los móviles

Estos transistores son pequeños interruptores, gestionando el flujo de electricidad y permitiendo que los ordenadores funcionen. En líneas generales, cuantos más transistores contenga un chip, más rápido y potente se volverá. Por eso, la industria de microchips se esfuerza constantemente por empaquetar más transistores en un área más pequeña, derivando en dispositivos tecnológicos más rápidos, más potentes y energéticamente eficientes.

En comparación con el chip más avanzado anterior, conocido como chips de 3 nm, la tecnología de 2 nm aumenta la densidad de transistores en un 15%, algo que permite integrar más circuitos en el mismo espacio físico. Además, el nuevo chip alcanza un rendimiento superior sin elevar la emisión de calor, aspecto clave para dispositivos móviles y centros de datos de Inteligencia Artificial (IA).

Al mismo tiempo, el diseño energético optimizado promete extender la autonomía de smartphones, portátiles y sistemas de IA, contribuyendo también a objetivos de sostenibilidad. No cabe duda que esto supone un fuerte adelanto tecnológico, pero por otro lado presenta implicaciones geopolíticas.

El "escudo de silicio" y las grandes potencias

Es que esta innovación refuerza la posición de Taiwán como “escudo de silicio” en materia de seguridad, dado que su liderazgo en semiconductores disuade a potenciales agresores, considerando principalmente sus diferencias con China, según indica Financial Times. Sin embargo, la posible deslocalización de parte de la producción abre interrogantes sobre la eficacia de ese escudo.

La industria de semiconductores de Taiwán garantiza el interés de potencias como Estados Unidos y China en mantener la estabilidad regional. En ese sentido, la carrera por asegurar el suministro de semiconductores ha llevado a Estados Unidos a ofrecer a TSMC un paquete de 11.600 millones de dólares para construir una fábrica en Arizona, con el fin de reducir la dependencia asiática y reforzar la producción nacional. 

Por otro lado, según informa The Guardian, el acuerdo anunciado en marzo de 2025 por la administración Trump, valorado en 100.000 millones de dólares para instalaciones en Estados Unidos, fue criticado en Taiwán por ceder parte de su ventaja tecnológica y debilitar el incentivo de defensa estadounidense, a pesar de las garantías en torno a que los procesos más sensibles permanecerán en la isla

Los especialistas también subrayan que Alemania y Japón son actores de trascendencia y con intereses directos en la producción tecnológica taiwanesa, por lo tanto podrían aportar presiones y conflictos en un escenario cuya complejidad excedería a la contienda entre Estados Unidos y China.

Tracking Pixel Contents