El Homo heidelbergensis, un antepasado de los neandertales, ocupó el sur de Gran Bretaña hace entre 560.000 y 620.000 años, cuando aún estaba unido a Europa. Fabricó las primeras hachas de mano, primera evidencia de instrumentos para raspar y perforar a esta edad tan temprana.

Una investigación realizada por expertos del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge ha confirmado que los descubrimientos arqueológicos concretados en las afueras de Canterbury, en Inglaterra, son una evidencia concreta de la presencia de humanos primitivos en el sur de Gran Bretaña, hace entre 560.000 y 620.000 años. De esta manera, el área se convierte en uno de los primeros yacimientos paleolíticos conocidos en el norte de Europa.

Según una nota de prensa, el avance se produce un siglo después de que se descubrieran por primera vez artefactos de herramientas de piedra en el sitio, específicamente en 1920. Ahora, mediante excavaciones controladas y datación radiométrica, los arqueólogos han verificado que las hachas de mano que se habían identificado fueron creadas por humanos primitivos. Al parecer, se trataría de una especie denominada Homo heidelbergensi.

Mentalidad simbólica

Se trata de una especie extinta del género Homo, que surgió hace más de 600.000 años y perduró hasta hace aproximadamente 200.000 años, desapareciendo sobre mediados del Pleistoceno. Eran individuos de una altura importante, que en los hombres llegaba a un promedio de 1,75 metros. Destacaban por sus cráneos prominentes, muy aplanados en comparación con el ser humano contemporáneo. 

También presentaban grandes mandíbulas y aberturas nasales, pero además de estas características físicas el Homo heidelbergensi posee un papel trascendente en la historia evolutiva humana por otra razón: los científicos consideran que esta especie fue la primera en la que es posible detectar rastros de una mentalidad simbólica.

Según el nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Royal Society Open Science, el Homo heidelbergensis era un cazador-recolector conocido por comer diversos alimentos animales y vegetales. En consecuencia, muchas de las herramientas halladas pueden haber sido utilizadas para procesar cadáveres de animales, potencialmente ciervos, caballos, rinocerontes y bisontes. 

Presencia humana confirmada

La evidencia de este uso es clara en las hachas de mano y lascas afiladas presentes en el sitio. Sin embargo, el descubrimiento de implementos para raspar y perforar sugiere que se pueden haber llevado a cabo otras actividades. Vale destacar que los investigadores han fechado estos artefactos y herramientas de piedra utilizando la datación por radiofluorescencia infrarroja (IR-RF), una técnica que determina el punto en el cual el material se expuso por última vez a la luz solar y, por lo tanto, establece cuándo fueron enterrados los elementos.

Aunque se sabe que los primeros humanos estuvieron presentes en Gran Bretaña desde hace 840.000 años, y potencialmente hasta 950.000 años atrás, los datos indican que estas primeras visitas fueron fugaces. Como los períodos glaciales expulsaron repetidamente a las poblaciones humanas del norte de Europa, hasta ahora solo había evidencia limitada de que Gran Bretaña fue “recolonizada” durante el período cálido, o sea hace entre 560.000 y 620.000 años.

Ahora, el nuevo estudio parece confirmarlo y podría derivar en más hallazgos, ya que se cree que varios sitios en la zona de Suffolk, por ejemplo, muestran herramientas de esta época, pero estos artefactos provienen de contextos donde los métodos de datación precisos son difíciles de utilizar y constituyen un desafío a superar para los investigadores.

Referencia

On the earliest Acheulean in Britain: first dates and in-situ artefacts from the MIS 15 site of Fordwich (Kent, UK). A. Key et al. Royal Society Open Science (2022). DOI:https://doi.org/10.1098/rsos.211904