Un estudio ha demostrado que un cerebro más grande ha otorgado a los loros una mayor capacidad cognitiva que les ayuda a navegar por las amenazas de su entorno y a disfrutar de una vida más larga.

Los loros son famosos por sus notables habilidades cognitivas y su esperanza de vida excepcionalmente larga. Un estudio dirigido por investigadores de Max Planck ha demostrado ahora que uno de estos rasgos probablemente haya sido causado por el otro.

Al examinar 217 especies de loros, los investigadores revelaron que especies como la guacamaya roja (Ara macao) y la cacatúa de cresta de azufre (Cacatua galerita) tienen una esperanza de vida promedio extremadamente larga, de hasta 30 años, que generalmente se observa solo en aves grandes. Además, demostraron una posible causa de esta larga esperanza de vida: un gran tamaño relativo del cerebro.

El estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B, es el primero en mostrar un vínculo entre el tamaño del cerebro y la esperanza de vida en los loros, lo que sugiere que una mayor capacidad cognitiva puede haber ayudado a los loros a navegar por las amenazas en su entorno y a disfrutar de una vida más larga.

Diversidad de edades

A pesar del hecho de que los loros son bien conocidos por su larga vida y su cognición compleja, con una esperanza de vida y un tamaño cerebral relativo equivalente al de los primates, aún se desconoce si los dos rasgos se han influenciado entre sí.

Para averiguarlo, científicos del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal y del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, recopilaron datos de más de 130.000 loros individuales de más de 1.000 zoológicos a partir de Speces360, una base de datos de animales salvajes mantenidos en cautividad, activa desde 1974.

Esta base de datos permitió al equipo obtener las primeras estimaciones fiables del promedio de vida de 217 especies de loros, lo que representa más de la mitad de todas las especies conocidas.

El análisis reveló una asombrosa diversidad en la esperanza de vida, que va desde un promedio de dos años para el loro higuera (Cyclopsittini), hasta un promedio de 30 años para la guacamaya roja. Otras especies longevas incluyen la cacatúa de cresta de azufre de Australia, que vive en promedio 25 años.

Edades espectaculares

"Vivir un promedio de 30 años es extremadamente raro en aves de este tamaño", dice Simeon Smeele, autor principal del estudio. "Algunos individuos tienen una esperanza de vida máxima de más de 80 años, que es una edad respetable incluso para los humanos. Estos valores son realmente espectaculares si se tiene en cuenta que un varón humano pesa unas 100 veces más”.

A continuación, el equipo empleó un análisis comparativo a gran escala para determinar si las reconocidas habilidades cognitivas de los loros tenían o no alguna influencia en su longevidad.

Examinaron dos hipótesis: primero, que tener cerebros relativamente más grandes permite una vida más larga. En otras palabras, las aves más inteligentes pueden resolver mejor los problemas en la naturaleza, disfrutando así de vidas más largas.

En segundo lugar, que los cerebros relativamente más grandes tardan más en crecer y, por lo tanto, requieren una vida más larga. Para cada especie, recopilaron datos sobre el tamaño relativo del cerebro, así como sobre el peso corporal promedio y las variables de desarrollo. 

Cerebro y longevidad

Luego combinaron los datos y ejecutaron modelos para cada hipótesis, observando qué modelo explicaba mejor los datos. Sus resultados proporcionan el primer apoyo de que el aumento del tamaño del cerebro ha permitido una vida más larga en los loros.

Debido a que el tamaño del cerebro en relación con el tamaño del cuerpo puede ser un indicador de la inteligencia, los hallazgos sugieren que los loros con cerebros relativamente grandes tenían capacidades cognitivas que les permitieron resolver problemas en la naturaleza que de otro modo podrían matarlos, y esta inteligencia les permitió vivir más tiempo. vive.

En el futuro, los equipos planean explorar si la sociabilidad y el aprendizaje cultural en los loros también podrían haber contribuido a una larga vida útil.

Referencia

Coevolution of relative brain size and life expectancy in parrots. Simeon Q. Smeele et al. Proceedings of the Royal Society: B, Volume 289Issue 1971, 30 March 2022. DOI:https://doi.org/10.1098/rspb.2021.2397