El mayor observatorio espacial de la historia ha llegado ya a la órbita del Sol y se ha posicionado en el mejor sitio para mirar hacia atrás en el tiempo y ver cómo surgieron las primeras estrellas y galaxias. Será nuestra ventana al pasado del universo.

La NASA ha confirmado que el telescopio espacial James Webb (JWST) está ya a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, justo un mes después de su lanzamiento el pasado 25 de diciembre.

Se ha posicionado en una órbita en torno al Sol, en línea con la Tierra, mientras gira alrededor de L2, el punto de Lagrange perseguido desde su lanzamiento.

Los puntos de Lagrange son las cinco posiciones posibles dentro de un sistema orbital en los que las fuerzas gravitacionales de dos objetos muy masivos, como el Sol y la Tierra, se encuentran en equilibrio con la fuerza centrífuga de una nave o telescopio espacial que se aproxime.

Los científicos han escogido el punto L2 porque es el mejor lugar en el que el telescopio espacial puede operar sin correr riesgos, ya que queda permanentemente en la sombra, así como porque ese punto es ideal para la observación del universo infrarrojo, donde se ocultan los secretos de las galaxias primordiales y de la composición química del espacio exterior, así como de los planetas cercanos.

Posición privilegiada

Además, en ese punto de Lagrange, tanto la Tierra como el Sol están suficientemente alejados para que el calor que emiten no sobrecaliente el costoso telescopio.

La órbita del Webb le permitirá asimismo una amplia visión del cosmos en cualquier momento, así como la oportunidad de que la óptica del telescopio y sus instrumentos científicos se enfríen lo suficiente como para funcionar y realizar una ciencia de vanguardia.

Una vez que los segmentos del espejo primario y el espejo secundario del Webb ya han sido desplegados desde sus posiciones de lanzamiento, en los próximos tres meses los ingenieros iniciarán el sofisticado proceso de alineación de la óptica del telescopio con una precisión casi nanométrica.

Es la siguiente fase del periodo de puesta en marcha del observatorio, que finalizará dentro de cinco meses para dar paso por fin a sus esperadas operaciones científicas.

Diagrama con la trayectoria del Webb hasta su inserción alrededor del punto L2. Steve Sabia/NASA Goddard

Nueva visión del universo

Considerado como el telescopio más ambicioso de la NASA hasta la fecha, su propósito es alterar fundamentalmente nuestra comprensión del universo.

El nuevo instrumento, de 10 mil millones de dólares, es tan poderoso que nos permitirá ver más lejos, esencialmente mirar hacia atrás en el tiempo para ver cómo surgieron las primeras estrellas y galaxias.

También nos permitirá observar las atmósferas de los exoplanetas, algunos de los cuales son potencialmente habitables. La luz que se filtra a través de la atmósfera dejará señales reveladoras de los componentes atmosféricos.

Mercedes López, española en la Universidad de Harvard. Gentileza de la autora.

Mercedes López-Morales, profesora del Departamento de Astronomía y astrofísica del Centro de Astrofísica Harvard y Smithsonian en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, ha explicado a Tendencias21 que James Webb es la misión espacial más importante jamás construida por la humanidad.

Cómo funciona el Universo

Añade que se considera el sucesor del telescopio espacial Hubble, que se lanzó hace más de 30 años y cambió por completo la forma en que entendemos cómo funciona el universo en longitudes de onda ultravioleta, visible e infrarroja cercana.

López Morales forma parte de los equipos científicos que buscarán por primera vez las atmósferas de varios exoplanetas en el infrarrojo para buscar especies moleculares como metano, amoníaco y compuestos de carbono, magnesio y silicato, que no han podido detectarse con los telescopios actuales, incluido el Hubble.

La presencia o ausencia de tales especies químicas dirá si los planetas tienen atmósferas, y si las tienen, nos dirán de qué están hechos y cómo se comparan con la composición de planetas similares en el sistema solar, concluye López Morales.

Gestión de la crisis terrestre

Otro grupo de científicos de la Universidad de California en Riverside, en Estados Unidos, aplicará a su vez la información brindada por el telescopio espacial James Webb para identificar y comprender en profundidad los procesos de cambio climático y las crisis ambientales que sufrieron planetas como Venus, y otros astros similares, a lo largo de su historia.

Los datos podrían servir para desarrollar estrategias viables destinadas a gestionar la crisis ambiental y climática que atraviesa nuestro planeta, según estos científicos.