Los resultados de un nuevo estudio realizado por investigadores del Planetary Science Institute, en Estados Unidos, confirman que la corteza exterior de Ceres es rica en hielo: el hielo ha sobrevivido en el subsuelo poco profundo del planeta enano durante los aproximadamente 20 millones de años posteriores a la formación del cráter Occator.

Precisamente, las anomalías en la distribución del hidrógeno en dicho cráter han revelado la presencia de una corteza helada en el planeta Ceres. Como mundo oceánico, Ceres podría ser habitable y, por lo tanto, es un objetivo atractivo para futuras misiones. La investigación fue publicada recientemente en la revista Geophysical Research Letters.

El extraño planeta enano

Ceres es considerado como el objeto astronómico más grande del cinturón de asteroides, una región del Sistema Solar que se encuentra entre las órbitas de Marte y Júpiter. Descubierto el 1 de enero de 1801, dispone de un diámetro de 945 kilómetros y de un radio de 473 kilómetros. Sus condiciones y ubicación hacen imposible que pueda ser observado a simple vista desde la Tierra, con excepción de algunas ocasiones muy especiales.

En su interior, Ceres contaría con un núcleo rocoso y un manto de hielo: los astrónomos creen que bajo esa capa helada existe un océano. En tanto, su superficie está integrada por una combinación de hielo y múltiples minerales hidratados. Se han detectado emisiones de vapor de agua en diferentes zonas de Ceres.

Ceres es un planeta enano de acuerdo a un conjunto de características definidas por la Unión Astronómica Internacional (UAI) en 2006, a partir de las cuales Plutón dejó de ser considerado un planeta para ser clasificado como planeta enano y Ceres, antiguamente definido como un asteroide, pasó a la categoría de planeta enano.

Un planeta enano dispone de la suficiente masa para que su propia gravedad supere la fuerza de un cuerpo rígido, logrando de esta manera un equilibrio hidrostático y contando con una forma casi esférica. Además, no es un satélite de un planeta u otro cuerpo y comparte con otros objetos las proximidades del área que orbita.

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Un astro único que podría ser habitable

Según una nota de prensa, los datos aportados por el detector de rayos gamma y neutrones (GRaND), que se encuentra a bordo de la nave espacial Dawn de la NASA, permiten confirmar la presencia de hielo en la corteza de Ceres. Fue este instrumento el que detectó las altas concentraciones de hidrógeno en la superficie de Occator, un cráter joven y enorme con un diámetro de 92 kilómetros, equivalente casi al 10% del diámetro total del planeta enano.

Los científicos explicaron que las similitudes entre la distribución global del hidrógeno y el patrón observado en grandes cráteres permiten concluir que los procesos de impacto que ha sufrido Ceres, numerosos y potentes en función de la zona en la que se encuentra, han llevado hielo a su superficie, incluso en otras partes del planeta enano.

El descubrimiento reafirma que Ceres es un astro con características especiales en su tipo: en el misterioso planeta enano, el hielo se separa de la roca para conformar una capa exterior helada y un océano ubicado por debajo de la misma. Sin embargo, es posible que muchos cuerpos más pequeños y ricos en agua dispongan de condiciones similares.

En función de esto, los especialistas creen que los descubrimientos concretados en Ceres podrían tener implicaciones en el estudio de la evolución de cuerpos helados con características parecidas. En el mismo sentido, la existencia de hielo en la corteza de Ceres indica que podría ser habitable, aunque será objetivo de futuras investigaciones determinar las condiciones: ¿será el planeta enano el punto estratégico de futuras misiones encaradas por las grandes potencias espaciales?

Referencia

Replenishment of Near‐Surface Water Ice by Impacts Into Ceres’ Volatile‐Rich Crust: Observations by Dawn’s Gamma Ray and Neutron Detector. T. H. Prettyman et al. Geophysical Research Letters (2021).DOI:https://doi.org/10.1029/2021GL094223

Foto: el planeta enano Ceres, que podría ser el objetivo de próximas misiones espaciales. Crédito: NASA/Jet Propulsion Laboratory.

Video: Planetary Science Institute en YouTube.