Una nueva investigación, liderada por Rakesh Mogul, de la Universidad Politécnica del Estado de California (Pomona), confirma que en las nubes de Venus pueden habitar microorganismos, en lo que parece ser un claro indicio indirecto de que la vida no ha sido un fenómeno exclusivo de la Tierra.

Venus es el segundo planeta del sistema solar en orden de distancia desde el Sol y posee la atmósfera más caliente del sistema solar.

Carece de agua líquida y se cree que no reúne condiciones para la vida en su superficie, si bien a finales del año pasado una investigación descubrió fosfina en la capa media de su atmósfera.

La fosfina es una sustancia química que, en la Tierra, es producida principalmente por organismos vivos, lo que ha desatado las especulaciones sobre la posible presencia de vida a solo 40 millones de kilómetros de nuestro planeta.

El descubrimiento de fosfina reforzó la teoría de que en el pasado Venus pudo tener océanos con tanta agua como los mares de la Tierra, e incluso reunir condiciones de habitabilidad.

La nueva investigación, publicada en la revista Geophysical Research Letters, profundiza en los resultados de la anterior y no solo confirma la presencia de fosfina en la atmósfera de Venus, sino también de otros «químicos biológicamente relevantes» que parecen estar en un estado de desequilibrio, otro sello característico de la vida.

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Revisando datos

Revisando datos Los datos se han obtenido revisando los datos archivados del Pioneer Venus Multiprobe de la NASA, que llegó a Venus y recopiló datos hace casi 43 años.

Al volver a examinar los resultados del espectrómetro que midió la composición atmosférica de Venus mientras descendía a la superficie en 1978, el equipo descubrió firmas químicas en las nubes intermedias que respaldan la presencia de fosfina, sulfuro de hidrógeno y ácido nitroso, ácido nítrico, cianuro de hidrógeno, monóxido de carbono, etano y potencialmente amoníaco y ácido cloroso, tal como se explica en un comunicado.

Los investigadores destacan al respecto que esas trazas químicas sirven como signos de desequilibrios en la reacción de oxidación-reducción (redox): eso significa, por un lado, que todavía hay sustancias químicas no descubiertas en la atmósfera de Venus y, por otro lado, que las nubes del planeta más próximo a la Tierra son una zona habitable para microorganismos.

En la Tierra, los microbios aprovechan el desequilibrio redox que se encuentra en entornos naturales como el agua para obtener energía. Los desequilibrios redox observados fuera de nuestro planeta sugieren que algo similar podría estar sucediendo en alguna zona de la atmósfera de Venus.

Los científicos añaden que el reexamen de los datos revela asimismo sustancias químicas biológicamente relevantes, como un componente clave para la fotosíntesis anoxigénica, a través de la cual los organismos fotoautótrofos anoxigénicos convierten la energía de la luz en energía química necesaria para su crecimiento.

También han observado en la atmósfera de Venus todos los componentes principales del ciclo del nitrógeno que en la Tierra se convierte en múltiples formas químicas, a medida que circula entre la atmósfera, los ecosistemas terrestres y marinos.

Evocando al pasado

Evocando al pasado Por último, constatan una firma potencial para el metabolismo anaeróbico del fósforo (fosfina), un proceso utilizado por las células para producir energía a partir de nutrientes en ausencia de oxígeno.

La fosfina, formada por un átomo de fósforo y tres de hidrógeno, se encuentra en los microbios que viven en las entrañas de animales que viven en nuestro planeta.

Ahora descubrimos que también se encuentra en la atmósfera de Venus, aunque no sabemos muy bien lo que eso significa.

Lo que sabemos positivamente es que los desequilibrios redox que muestra la atmósfera de nuestro planeta se deben a la aparición de la vida hace unos 4.250 millones de años.

Aparentemente, lo mismo podría estar ocurriendo en Venus, aunque para confirmarlo no es suficiente analizar datos antiguos: habrá que volver a Venus y registrar con mejores instrumentos los componentes de su atmósfera.

La probabilidad de que alguna forma de vida esté surgiendo en la atmósfera de Venus confirma lo que se sospecha desde hace tiempo: que hace 4.503 miles de millones años, Venus era mucho más parecido a la Tierra que en la actualidad.

Sin embargo, hace unos mil millones de años, una catástrofe desconocida causó un efecto invernadero que todavía perdura, con temperaturas en la superficie de 450ºC y una presión atmosférica de 90 bares, la misma que se registra a un kilómetro de profundidad en el mar. Sus nubes están formadas mayoritariamente por ácido sulfúrico.

Refugiados en las nubes

Refugiados en las nubes Lo que sospechan los científicos es que en el pasado pudo haber existido algún tipo de vida microscópica en Venus, que luego buscó refugio en las nubes, lejos de la superficie ardiente.

En la Tierra, los microorganismos terrestres, en su mayoría bacterias, pueden ser arrastrados a la atmósfera, donde los científicos los han encontrado vivos a altitudes de hasta 41 kilómetros.

La posibilidad de que algo así ocurra en Venus fue planteada en 2018 en un artículo publicado en Astrobiology, según el cual los microbios presentes en su atmósfera habrían formado manchas oscuras, ricas en sulfúrico, causadas por bacterias que absorben la luz. Esas manchas oscuras tienen casi las mismas dimensiones que algunas bacterias de la Tierra.

Incluso mucho antes, en 1967, Carl Sagan y Harold Morowitz publicaron en la revista Nature un artículo en el que sugerían, hipotéticamente, que la vida podría existir en la atmósfera de Venus.

Más de 50 años después, todo parece indicar que tenían razón, aunque la posibilidad de que exista alguna forma de vida microbiana en Venus es todavía una hipótesis como lo fue en su día la del bosón de Higgs.

En cualquier caso, si finalmente se confirmara, podría quedar abierta la caja de pandora: en la búsqueda de vida extraterrestre, las atmósferas planetarias distintas de la de la Tierra permanecen en gran parte inexploradas y podrían aportarnos tal vez descomunales sorpresas.

Referencia

Referencia Venus’ Mass Spectra Show Signs of Disequilibria in the Middle Clouds. Rakesh Mogul et al. Geophysical Research Letters, Volume48, Issue7, 16 April 2021. DOI:https://doi.org/10.1029/2020GL091327

Foto superior: Venus. Crédito: NASA/JPL-Caltech