Regresó de la vecina Portugal hace apenas una semana, tras dos meses de rodaje intensos, asegura, y muy enriquecedores. Rubén Riós es el único actor no portugués de la nueva serie de corte histórico de la RTP, "Vento Norte", en la que interpreta a uno de los personajes principales, Apolonio, un joven gallego de origen burgués pero de ideas anarquistas que entra a trabajar para una familia aristócrata del Minho. La serie, de diez capítulos, transcurre entre los años que siguen a la I Guerra Mundial y el golpe militar de 1926 en Portugal y en su trama la pandemia de la conocida como gripe española tiene un peso importante.

- ¿Cómo es Apolonio?

-Apolonio es un ser humano que ojalá hubiera muchos más como él en este momento de nuestra realidad. Apolonio viene de una familia burguesa asentada en la Galicia de 1918 y que no se encuentra cómodo en el entorno en el que nació, y que, por la situación que están pasando tanto en nuestro país como en el vecino, decide viajar a Portugal con el objetivo de matar al arzobispo de Braga. No quiero decir que haya que matar a nadie, que quiere claro, pero las ideas de Apolonio de acercarnos al ser humano que más lo necesita desde la igualdad de oportunidades es muy necesario. Él está en contra de la riqueza de la Iglesia y las altas esferas, es decir, de esa riqueza que tenía unos derechos y unos privilegios por encima de otras personas que estaban pasando hambre y necesidades médicas y sociales, y lucha por equilibrar esa balanza. Durante la serie, realmente solo le van a conocer dos personajes porque se inventa otro Apolonio, un chico pobre que entrará a trabajar en la casa de don Melo, el rico de la zona. ¿Qué pasa? Que puede ser que el amor entre en la vida de Apolonio y que todos sus objetivos se diluyan... o no. La vida es siempre imprevisible.

- Países como Canadá, Francia y Estados Unidos ya han comprado los derechos de distribución de la serie, que tiene entre sus tramas la epidemia de la gripe española. ¿La veremos también en España?

-Yo confío en que sí porque es una serie muy innovadora precisamente por tratar el tema de la gripe española, a causa de la cual, además, mueren varios de sus personajes, y porque cuenta una historia que estaba sin contar, muy necesaria, que habla del Portugal de principios del XX, pero también de la realidad de la Galicia de esa época a través de mi personaje. Yo creo que tiene posibilidades de que una plataforma la compre, como pasó con "Auga seca", una coproducción que en principio iba a emitirse en la RTP y la TVG, y que compró HBO.

- ¿Cómo ha sido rodar con las medidas de seguridad del Covid-19?

-Al principio fue muy duro, con muchas medidas de seguridad. Pero a pesar de que todo este control está muy bien y es necesario, tenemos que aprender a convivir con el virus. Ya no vale encerrarse en casa. Hay que apelar a la responsabilidad de cada uno de nosotros. Y yo vi mucha más responsabilidad allí que aquí. Durante el rodaje me sometí a varios PCR. Llegábamos al rodaje y nos tomaban la temperatura y nos daban 3 o 4 cada día. Su uso era obligatorio en todo momento, aunque, evidentemente, los actores nos la sacábamos a la hora de rodar. A finales de agosto tuvimos unos días de 40º grados y la mascarilla llegó a mermar la concentración de algunos compañeros del equipo técnico, pero aun así lo sobrellevaron. Esta pandemia está haciendo que nos conozcamos mejor a nosotros mismos. Yo por ejemplo, regresé hace una semana a Verín y hace dos días que nos han pasado otra vez a la fase 2, pues bueno, no salgo tanto y estoy más solo conmigo mismo, y esto hace que me conozca mejor.

- ¿No tuvieron entonces ningún caso positivo durante los dos meses de rodaje?

-No. Creo que tuvimos mucha protección y también mucha suerte. Yo la misma tarde que llegué de Portugal, fui a una clínica a hacerme un análisis y cuando di negativo vine a relacionarme con mis padres, con mascarilla y manteniendo la distancia.

- O sea, que la cultura es segura.

-Sin duda, primero para crear a la persona un mundo de evasión y de entretenimiento que hoy necesita más que nunca, y luego, evidentemente, porque nosotros somos trabajadores vocacionales y si no trabajamos no cobramos, por ello, somos responsables no solo con nuestra seguridad, sino también con la de quienes consumen cultura.

- ¿Qué enseñanza se ha traído del rodaje de esta serie en momentos de pandemia?

-Sin duda, el valorar estar trabajando. Esta ya es una profesión en la que trabajar es complicado, por lo que para mí fue un regalo que en medio de la pandemia me llamasen para este proyecto, en el que, además, he tenido un papel fijo. Y he valorado la generosidad de mis compañeros de rodaje. Llevo 20 años rodando y en este proyecto he notado otro ambiente, que se ha creado equipo. Creo que los momentos duros que estamos viviendo nos están haciendo más empáticos.