Había ganas por volver a ver directos de pop rock en Vigo, tantas que las entradas se agotaron en un santiamén. Los Secretos protagonizaron ayer la vuelta de los grandes conciertos a Vigo -grandes en categoría, no así en aforo- con un acústico celebrado en la terraza del Auditorio Mar de Vigo, un espacio de 2.000 metros cuadrados con unas impresionantes vistas a las islas Cíes. Un entorno ideal para que corriese la fresca brisa de la ría de Vigo y alejase así posibles virus. Fue el inicio del festival TerraCeo, una de las iniciativas que trata de paliar de alguna forma la cancelación de eventos multitudinarios como las que este verano iba a acoger el Auditorio de Castrelos.

Si reducido fue el aforo, también el formato, un trío acústico: sobre el escenario, tan solo el cantante, guitarrista y líder de Los Secretos, Álvaro Urquijo, el también guitarrista Ramón Arroyo y el pianista Jesús Redondo.

Urquijo anunció así el planteamiento de esta gira, significativamente llamada "De vuelta": "Ahora más que nunca es el momento de levantar uno de los sectores que más ha sufrido: nuestros técnicos, promotores, personal de producción, los profesionales que nos acompañan en los conciertos en las giras... Hemos vuelto, y esta vez para hacer historia". El espíritu es el mismo que ha llevado a Loquillo a celebrar un concierto en el Wizink Center de Madrid, un pabellón para cerca de 17.000 espectadores, para 1.400 personas, que curiosamente son las que caben en las butacas del Mar de Vigo: salvar al menos los muebles de la industria de los directos, una de las más castigadas por la pandemia. Ayer en Vigo fueron solo 400 afortunados, unidos en grupos con un máximo de 4 personas, los que pudieron disfrutar de los éxitos de Los Secretos.

Este atarceder (22.00 horas) volverán Los Secretos a tocar entre la terra y el ceo de Vigo, y la próxima semana será el turno del ferrolano Andrés Suárez, también en una doble cita, el viernes 10 y el sábado 11.