Según ADETI, de producirse esta regulación, que a su juicio debe hacerse a través de un modelo horizontal y de libre concurrencia, se conseguiría la aparición de "nuevos modelos de negocio, especialmente a través de la introducción de la interactividad" que compensarían la caída de ingresos publicitarios de los operadores de televisión.

Además, con una implantación "regulada, horizontal y homogénea de la TDT de pago y de la interactividad", esta asociación cree que se pondrían en marcha de proyectos de TDT local "actualmente paralizados por falta de recursos presupuestarios que, a través de un modelo de televisión interactiva, podrían desarrollar su función de televisión de proximidad de una forma eficiente y económica".

También explican que con esta nueva modalidad de televisión se facilitarían "servicios a la totalidad de la población española utilizando el televisor como vía universal de acceso" y se haría posible "un mercado abierto y competitivo" que permitiría, a su entender, "el desarrollo de nuevas iniciativas y la promoción de la inversión en el sector audiovisual en España".

Esta asociación, que cree la industria está "tecnológicamente preparada", vaticina que, de no producirse esta regulación, se desarrollarán "multiplicidad de soluciones verticales que producirán daños a la industria y generarán serios problemas a las familias, que se podrían ver obligadas a adquirir descodificadores distintos para acceder a contenidos de pago de operadores diversos".

"Las experiencias en TV de pago en TDT en otros mercados de nuestro entorno, como el italiano o el británico, demuestran que la horizontalidad es una característica esencial para el éxito del modelo y para la protección de los intereses de los consumidores", concluye.