Todos esperarán con ilusión el día del sorteo, ya que en los tiempos de crisis que corren a ninguno le vendría nada mal una ayuda económica, en especial a Guille, que se endeudará con Javier por tratar de ayudar a escapar a un paciente. Pero no todos tendrán que ajustar sus gastos para llegar a fin de mes: para Mónica, el sueño de ser rico ya es una realidad.

Tras recibir la mitad de la herencia de Javier, por los pasillos se preguntarán qué hará la enfermera con un millón y medio de euros que acaba de recibir en su cuenta bancaria. Sin embargo, Mónica lo tendrá muy claro, aunque no tendrá intención de decírselo a nadie... por ahora.

Los interrogantes surgirán también en torno a Waldo y su relación con Alicia ahora que es un hombre casado. Las dudas crecerán cuando Alicia tenga que ocuparse de Mayarí, que llegará al hospital creyendo estar embarazada y asegurará tener antojos y náuseas matutinas.

Por otro lado, Sofía tendrá que tomar una difícil decisión después de ser víctima de un intento de abuso por parte de Jaime, el gerente del hospital. Tras confesarle lo sucedido a Maca, las dos hablarán con Javier para tomar represalias contra él. La residente tendrá claro que su propósito es denunciarlo y evitar que pueda abusar de cualquier otra chica en su misma situación. La moral y la ética profesional pondrán también a prueba a Fernando, que se negará a atender a un paciente que se dedicaba al tráfico de inmigrantes ilegales. Esto le traerá serios problemas y la posible apertura de un expediente.