El fallecimiento de un minero asturiano prejubilado parece dejar una herencia dudosa a su familia. Sus hijos son un hombre envuelto en ruinosos negocios, un muchacho soñador y una joven casada con un inútil. Todos ellos intentarán seguir adelante recurriendo a la picaresca.

En principio, reina en la familia la alegría porque llega el esperado dinero y porque se casa Glorina. La boda se hace por todo lo alto y todos sonríen pensando en lo que harán con la pasta. Y tan alto lo celebran que no parecen ser conscientes de que más dura será la caída, hasta el punto de que la boda les pondrá las carnes de gallina.