La miniserie, cuyo segundo capítulo se emitirá el jueves 26 de junio, ha sido producida y dirigida por Pedro Costa, codirigida por Fernando Cámara, e interpretada por Luisa Martín, Juanjo Puigcorbé y el actor británico Frank Feys, en sus principales papeles.

Pons consideró "sano" que TVE aborde este tema, "con el que se hizo, por parte de la prensa, un juicio paralelo, con una dosis muy clara de homofobia porque parece que para muchos hay más maldad en una lesbiana que en otras personas".

Con la serie se trata de realizar "una reflexión, que es oportuna porque la distancia en el tiempo permite afrontarla de manera más libre y con menos prejuicios".

Pedro Costa, creador de la serie de TVE "La huella del crimen", dijo que el caso Wanninkhof "es una historia de canibalismo, que tiene que ver con la homofobia y con la actitud de los medios de comunicación, que hicieron un circo televisivo, además de la actitud del jurado que tuvo grandes deficiencias".

Dijo que la propia Dolores Vázquez, que hoy sigue viviendo en su casa de siempre y casi no sale, no era partidaria de que se hiciera, según Costa, pero ellos creen que es importante para constatar su inocencia.

Luisa Martín dijo que le hubiera gustado poder hablar con Dolores Vázquez "pero no pudo ser", señaló, y comentó que "se le condenó por ser lesbiana, por su gesto serio, pero su relación con Rocío era la de una madre. La gente la condenó, pero Dolores Vázquez era inocente".

Juanjo Puigcorbé, que encarna al abogado de Dolores, dijo que "los medios tienen una oportunidad ahora de rectificar y reconocer que se equivocaron y con esta serie tienen una oportunidad de hacerlo, de reflexionar sobre su papel".

Recordó que a Dolores Vázquez, incluso, se le relacionó con el asesino Tony King, "cuando ella nunca lo conoció, eso fue una invención".

Para el actor británico Frank Eys, realizar el papel de Tony King le resultó "muy fuerte y un reto muy grande. Para interpretarlo recordé la frase de Schopenhauer 'nada de lo que haga el ser humano me es ajeno', para poder meterme en la piel de ese asesino, lo necesitaba".

Para preparar su papel, Luisa Martín visionó vídeos, vio informativos, recibió una información cronológica del caso "pero también me he documentado sobre el caso por mi cuenta, con personas cuyo nombre no voy a dar pero que me han servido mucho. Me he dejado llevar por la emoción. Se decía que era dura, que no lloraba, pero ella se educó en Gran Bretaña y para un inglés mostrar sus sentimientos no es de buena educación".

En la serie, los nombres de los personajes, así como muchas escenas y situaciones, son ficticios; así, Dolores Vázquez es Victoria Álvarez; Fran Heys es Robin James Jones y Belén Constenla, que interpreta a Ana Cobo es, en realidad, Alicia Hornos, la madre de Rocío.