La cadena de televisión con más audiencia del país asiático, Tolo, y la más pequeña Afghan TV, ambas de capital privado, han sido amonestadas por desafiar la prohibición previa de continuar emitiendo estas teleseries. Otras dos cadenas, Ariana y Noorin, sí cumplieron con el mandato oficial, que pretende apaciguar a los clérgios musulmanes más conservadores, que han lanzado una campaña contra estos 'culebrones' por considerarlos inmorales y contrarios a la cultura islámica.

En concreto, se quejan de la escasa vestimenta que presentan las mujeres portagonistas de estas series, asi como los guiones llenos de amoríos e infidelidades, y la aparición de deidades hindúes. Las cadenas ya habían hecho concesiones cortando la aparición de signos religiosos hindúes y de las escenas en las que las protagonistas enseñaban algo más que cuello y brazos.