Los individuos que siguen de manera fiel un patrón de dieta mediterránea, rica en vegetales, frutas, frutos secos, alimentos integrales y pescado, podrían tener hasta un 50 por ciento menos de riesgo de desarrollar depresión, según un estudio dirigido desde la Universidad de Navarra y en el que también participa la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la de Jaén. Las conclusiones del denominado estudio SUN (Seguimiento Universidad de Navarra) se publican en la revista 'Archives of General Psychiatry'.

Según explicó Miguel Ángel Martínez, director de la investigación, "podrían prevenirse el 50 por ciento de los casos de depresión si la población siguiese una dieta mediterránea, rica en aceite de oliva, frutas, verduras, legumbres, cereales y pescado, pero baja en cárnicos y lácteos, con un consumo bajo/moderado de alcohol, que supone entre medio y un vaso de vino tinto en las comidas".

Los investigadores estudiaron a 10.094 españoles sanos que completaron un cuestionario inicial entre 1999 y 2005. Estas personas contestaron a un cuestionario de frecuencia alimentaria y los investigadores calcularon su seguimiento de la dieta mediterránea según nueve componentes: tasa elevada de ácidos grasos monoinsaturados con respecto a los ácidos grasos saturados; consumo moderado de alcohol y productos lácteos; bajo consumo de carne; y consumo elevado de legumbres, fruta, frutos secos, cereales, vegetales y pescado.

Después de un seguimiento medio de 4,4 años, se identificaron 480 nuevos casos de depresión, que incluían a 156 hombres y 324 mujeres. Los individuos que seguían la dieta mediterránea tenían una reducción de entre el 40 y el 50 por ciento en el riesgo de depresión en comparación con aquellas personas que menos seguían este patrón de alimentación. La asociación no cambió cuando los resultados se ajustaron a otros marcadores de un estilo de vida saludable, incluyendo el matrimonio y el uso de cinturones de seguridad.