Las negociaciones de la ONU en Bangkok sobre cambio climático concluyeron este viernes sin avances en asuntos clave como la fijación de recortes en la emisión de gases de efecto invernadero y de ayudas financieras a las naciones en desarrollo.

El secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, Yvo de Boer, confirmó que las delegaciones eludieron adoptar las decisiones políticas más duras, aunque avanzaron en aspectos técnicos del texto que se presentará en la Cumbre de Copenhague, en diciembre.

En esa cumbre se deben consensuar las políticas contra el calentamiento global en el período 2012-2020, una vez que expire el protocolo de Kioto.

"En Bangkok ha emergido la voluntad de crear un marco para implementar acciones contra el cambio climático, pero todavía existen diferencias y ya es hora de que el interés común prevalezca sobre el propio", apuntó De Boer, en una conferencia de prensa en la capital tailandesa.

Delegaciones de 179 países participaron en las dos semanas de conversaciones mantenidas en Bangkok y que continuarán a comienzos de noviembre en Barcelona, la última cita antes de Copenhague.

De Boer instó a los líderes de las naciones ricas a desbloquear las negociaciones y presentar unas ofertas más ambiciosas de reducción de emisiones y financiación a los países en desarrollo.

Según el Panel Internacional sobre el Cambio Climático (PICC), las economías emergentes tienen que reducir sus emisiones entre un 25 y un 40 por ciento para 2020 con respecto a los niveles de 1990, para evitar una fatal subida de temperaturas superior a los dos grados centígrados.

Las naciones en desarrollo, lideradas por China, y las organizaciones no gubernamentales (ONG) han acusado a Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Canadá de querer "matar" el Protocolo de Kioto y negociar otro acuerdo.

Otro asunto cizañero es que las economías industrializadas eluden entrar en detalles sobre los fondos que precisan los Estados en desarrollo para combatir el cambio climático. "Estamos muy disgustados, no es aceptable ni honorable que los países ricos intenten echar sobre las naciones pobres la responsabilidad del cambio climático", denunció el delegado de Kenia, Odenda Lumumba a Mau.

Lumumba a Mau tachó de "irresponsable" la idea de querer negociar un nuevo tratado "después de haber pasado 15 años para llegar a un consenso con el Protocolo de Kioto", cuando miles de personas en el tercer mundo están sufriendo las consecuencias del cambio climático. "En Kenia hay diez millones de personas que sufren malnutrición y muchos pueblos del área subsahariana se enfrentan a la desaparición debido al crecimiento del desierto", sentenció el keniano.

Por su parte, la delegación de la Unión Europea rechazó las acusaciones y aseguró que apuestan por un nuevo acuerdo que respete los principios del Protocolo de Kioto e incluya la participación de Estados Unidos y los países en desarrollo.

"Necesitamos vislumbrar qué tipo de acciones para reducir las emisiones quieren implementar los países en desarrollo para acordar una financiación adecuada", manifestó el jefe de la delegación europea, Artur Runge-Metzger.

En términos parecidos se expresó la delegada española, Alicia Montalvo, quien señaló que los países emergentes, como México, China o la India tienen que aumentar su nivel de exigencia.

"Nadie niega que el mayor esfuerzo corresponde a los países ricos (...) Europa se ha marcado unos objetivos ambiciosos, pero no se puede luchar contra el cambio climático de forma unilateral, las políticas tienen que tomarse en un contexto global", precisó Montalvo.

Reducción de emisiones

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático recomienda que los países emergentes reduzcan sus emisiones entre un 15 y un 30% para 2020.

De forma no oficial, la UE ha propuesto un recorte del 20%, con la posibilidad de ampliarlo al 30%; y Japón del 25%, mientras que el Senado estadounidense negocia una reducción del 7% en relación con 1990.

La delegación de Estados Unidos, país que no ha ratificado Kioto, mantiene que si el Legislativo no aprueba el proyecto de ley de cambio climático que debate en la actualidad, será difícil que puedan presentar un compromiso en Copenhague.

Greenpeace pidió al presidente estadounidense, Barack Obama, a quien le fue concedido el premio Nobel de la Paz 2009, que se implique "personalmente" para que su país no siga bloqueando las negociaciones y se haga merecedor así de tan importante distinción.