El anuncio hoy del ganador del premio de Medicina o Fisiología servirá para abrir en Estocolmo la semana Nobel 2009, marcada por la ausencia de favoritos claros en las seis categorías de que constan los prestigiosos galardones.

La Real Academia de Ciencias de Suecia otorga los de Física, Química y Economía; el Instituto Karolinska de Estocolmo, el de Medicina o Fisiología; la Academia Sueca, el de Literatura; y un comité elegido por el Parlamento noruego, el de la Paz.

El Nobel de Medicina dará paso en los próximos días, por este orden, a los de Física, Química, Literatura, de la Paz y Economía.

En las quinielas previas de los denominados galardones científicos figuran dos españoles: Juan Ignacio Cirac para el de Física, y Jordi Galí para el de Economía, las dos únicas categorías en las que nunca ha ganado una persona de origen hispano.

Cirac, que dirige la División Teórica del Instituto Max-Planck para la Óptica Cuántica de Garching (Alemania), es un referente mundial en óptica e información cuántica, mientras que Galí es una autoridad en la macroeconomía "neokeynesiana".

En las categorías de Literatura y de la Paz, las que más atención atraen, se divisa uno de los panoramas más inciertos de los últimos años, sin nombres que destaquen con claridad del resto.

El israelí Amos Oz, la argelina Assia Djebar, los estadounidenses Joyce Carol Oates y Philip Roth, el sirio Adonis y el italiano Claudio Magris son algunos de los nombres clásicos de una lista interminable en la que aparecen candidatos hispanos habituales, como el peruano Mario Vargas Llosa o el español Luis Goytisolo.

Igual de incierto se presenta el pronóstico del Nobel de la Paz, aunque el director del noruego Instituto para la Investigación sobre la Paz, Kristian Berg Harpviken, ha lanzado tres nombres, entre ellos el de la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba, quien ha mediado en varias liberaciones de rehenes de las FARC y ha defendido una solución negociada al conflicto colombiano.

El príncipe jordano Ghazi bin Muhammad, impulsor del diálogo entre religiones en Oriente Medio, y la hasta ahora relatora de la ONU para Sudán, Sima Samar, son las otras apuestas de Harpviken.

Tanto en Literatura como en la Paz ha habido cambios importantes en la configuración de los comités con respecto a 2008.

Peter Englund ha asumido el puesto de secretario permanente de la Academia Sueca en lugar de Horace Engdahl, que el año pasado cargó con dureza contra la literatura estadounidense por su supuesta falta de calidad, días antes del anuncio del ganador en Literatura.

El ex primer ministro y ex presidente del Parlamento Noruego, Thorbjørn Jagland, estrena presidencia del Comité Nobel Noruego en lugar de Ole Danbolt Mjøs.

Jagland fue elegido hace apenas unos días nuevo secretario general del Consejo de Europa, un cargo que algunos observadores noruegos consideran incompatible con el de la presidencia del Comité Nobel, aunque él sostiene lo contrario y ya ha dicho que no piensa abandonar ninguno de los dos.

En los últimos años, Jagland se había significado como un claro defensor de la entrega a la UE del Nobel de la Paz.

La ronda de ganadores de los Nobel reedita una tradición que se inició en 1901, pero que fue impulsada cinco años antes por Alfred Nobel (1833-1896), el renombrado inventor de la dinamita y que acumuló una fortuna de la época gracias a su talento.

Todos los premiados reciben un diploma, una medalla de oro y una dotación económica de unos 10 millones de coronas suecas (980.000 euros o 1,4 millones de dólares), cantidad que se reparte si hay más de un ganador en la misma categoría.

En la época de Nobel, Noruega estaba unida a Suecia, de ahí su decisión de que el premio de la Paz sea el único que se anuncia y entrega allí, en el Ayuntamiento de Oslo, el 10 de diciembre.

Los otros cinco galardones se reparten en un acto equivalente el mismo día en la Sala de Conciertos de Estocolmo, coincidiendo con el aniversario de la muerte del magnate sueco.