El SSRF es una estructura de 432 metros de circunferencia diseñada para funcionar con una energía de 3,5 GeV (gigaelectronvoltios), que servirá para avanzar en el estudio de las ciencias biológicas, de acuerdo con los funcionarios del Instituto de Física Aplicada de Shanghai, de la Academia de Ciencias de China.

El acelerador de partículas ha supuesto un desembolso de 1.200 millones de yuanes (132 millones de euros, 176 millones de dólares) y ayudará también al estudio de virus y nuevos medicamentos, y al desarrollo de nueva tecnología.

"La máquina será una herramienta efectiva en la investigación de virus, como en la de medicinas para la gripe porcina, aunque todavía no hemos recibido ninguna petición para ello", afirmó He Jianhua, director de la división de experimentos del acelerador de partículas.

Sin embargo, los investigadores ya están colaborando con el Instituto de Materia Médica de Shanghai en un tratamiento para la gripe aviar, y está previsto que trabajen con Sinopec, la mayor petrolera de China, en el desarrollo de catalizadores de crudo.

El SSRF, que comenzó a construirse en diciembre de 2004, puede producir rayos-X miles de veces más fuertes que los de una máquina normal, lo que permite conocer una estructura proteínica en tan sólo 20 minutos, un proceso que con otra tecnología llevaría meses.