El propósito es que el país caribeño se provea de un conocimiento básico para proteger y eventualmente regular el potencial de riqueza oculto en bajo sus aguas, explicó en rueda de prensa el español Andrés Carbó Gorosabel, jefe del equipo.

"Vamos a establecer también los efectos sísmicos en el país, lo que serviría para elaborar estructuras de edificios que aguanten sismos, así como localizar zonas donde podría existir materiales energéticos", dijo el científico, investigador de la Universidad Complutense de Madrid.

La investigación de los fondos marinos dominicanos se extenderá hasta finales de abril y forma parte del proyecto CARIBENORTE, que lleva a cabo en el noroeste de las Antillas Mayores el Ministerio de Ciencia e Innovación de España.

"El propósito es que, en el caso de República Dominicana, conozca sus delimitaciones internacionales y de esta manera pueda presentar adecuadamente sus argumentos en ese sentido ante organismos como la ONU, que se encarga de establecer las líneas medias entre los países", agregó Carbó Gorosabel.

El Hespérides, con una tripulación de más de 40 militares y 14 científicos, entre ellos dos dominicanos, posee instrumentos de investigación avanzada capaces de lograr imágenes a 11.000 metros de profundidad.

Para lograrlo, el buque emite un número variable de pulsos acústicos polarizados que al alcanzar el fondo marino son devueltos hacia la superficie y recibidos por los transductores situados en el barco, según las autoridades del Hespérides.

"Todo este tipo de información se está obteniendo actualmente en las zonas económicas exclusivas de gran cantidad de países, con posibilidades de encontrar recursos minerales", dijo el científico español, para apuntar que el estudio completo del área caribeña se concluirá el año próximo.