Los investigadores suecos, franceses y estadounidenses, encabezados por el sueco Olaf Bergmann del instituto Karolinska de Estocolmo, hicieron el hallazgo al analizar en las células de 50 voluntarios la presencia de carbono 14 radiactivo procedente de las pruebas nucleares realizadas durante el periodo de la Guerra Fría, entre 1955 y 1963.

Esos niveles eran muy altos durante la década de los años 50 y decreció rápidamente una vez que fueron prohibidas las pruebas nucleares terrestres.

Gracias a los niveles de esta sustancia radiactiva en el ADN de las células pudieron determinar la edad de los cardiomiocitos, según afirman en un estudio que se publica hoy en la revista Science.

"Al medir el carbono 14 en el ADN de las células podemos leer la fecha del ADN y establecer cuándo fueron generadas y conocer su edad", señalaron.

Según los resultados del estudio, los corazones de los voluntarios eran más jóvenes de lo que indicaba su edad.

Los cardiomiocitos se renuevan lentamente a lo largo de la existencia, aunque no llegan al 50% durante un periodo de vida medio de 75 años.

Esta regeneración pasa de ser del orden del 1% anual a la edad de 25 años a un 0,45% a los 75.

En el futuro y una vez que se conozca cómo se regula ese proceso a nivel molecular se podrá estimular la generación de cardiomiocitos, según los autores, quienes apuntaron a una posible terapia farmacológica

El corazón es uno de los órganos menos regenerativos del cuerpo humano y cuando se pierde músculo cardiaco en un infarto de miocardio se sustituye por tejido cicatrizal y se reduce la contracción muscular.