El presidente de la Asociación de Apicultores de Córdoba, Ángel Fernández, ha valorado, en declaraciones a EFE, la puesta en marcha de este método, ya que las abejas suponen "el termómetro más cercano a la contaminación", por lo que ha calificado el sistema como "el más idóneo" para conocer la calidad del aire en Córdoba.

Fernández ha subrayado que estos animales están en contacto con "todo tipo de floraciones", ya sea a través de los granos del polen o mediante la extracción del néctar de las flores, por lo que un análisis de las abejas permitirá saber el nivel de contaminación de la ciudad.

Para poner en marcha el estudio, se colocarán colmenas en los edificios más altos de la capital y desde estos lugares, las abejas entrarán en contacto con las plantas, de forma que a continuación, los investigadores analizarán estos animales para comprobar la polución del aire.

Este estudio se realizará gracias a un convenio que tiene previsto firmar el Ayuntamiento de Córdoba y el Consiglio per la Ricerca e la Sperimentazione in Agricoltora (CRA-API), que recibió el visto bueno de la última Junta de Gobierno Local.

La firma de este convenio posibilitará la realización de un nuevo estudio de calidad del aire en el término municipal, que es una de las medida incluidas en el Plan de Acción de la Agenda 21 de Córdoba.

En concreto, el estudio permitirá conocer la incidencia de la contaminación atmosférica en la ciudad, fundamentalmente de metales pesados como cromo, plomo y níquel.

Los trabajos de investigación del proyecto durarán treinta meses a partir de la firma del convenio y permitirán elaborar mapas con distintos niveles de "bioseguridad" para ayudar a la gestión medioambiental y en la planificación de los usos del territorio.