"El primero en regresar a la esclusa del compartimento Pirs fue el cosmonauta ruso. Luego entró el astronauta estadounidense, quien cerró la tapa de la escotilla", dijo el portavoz del CCVE, Valeri Lindin, citado por la agencia Interfax.

El comandante Fincke y el ingeniero de vuelo Lonchakov habían abandonado el compartimento Pirs a las 00:51 GMT de hoy, con un retraso de 37 minutos, causado por una demora en la verificación del funcionamiento de las válvulas reguladoras de presión.

Según el CCVE, la caminata espacial tuvo una duración de cinco horas y 32 minutos, un poco menos de las seis horas programadas.

Los dos astronautas instalaron la Sonda Langmuir, un instrumento que medirá el potencial electromagnético en torno al segmento ruso de la EEI, y retiraron el segundo de los tres contenedores del dispositivo científico Biorisk-MSN, colocados en el casco de la plataforma a mediados de 2007.

Los especialistas creen que la acción de los polos electromagnéticos podría haber sido la causa de la activación a destiempo de uno de los pernos explosivos del módulo de descenso Soyuz, en misiones anteriores.

La activación a destiempo de uno de estos elementos cuando la nave Soyuz entró en la atmósfera provocó que los integrantes de las misiones número 15 y 16 tuvieran que soportar a su regreso a la Tierra unas sobrecargas de entre 8 y 9 G (aceleración de la gravedad), frente a los 3 ó 4 habituales en un descenso normal.

Asimismo los cosmonautas instalaron en el exterior del módulo ruso Zvezdá un dispositivo científico para los experimentos EXPOSE-R e Impuls.

El EXPOSE-R, en el que participan la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Rusa, es un proyecto para intentar entender mejor el comportamiento de los materiales orgánicos en el vacío del espacio.

Mientras, el Impuls se centrará en estudiar el plasma medioambiental de la ionosfera.

Los dos astronautas también fotografiaron la antena del carguero ruso de nueva generación Progress M-01M, que no se abrió de inmediato tras su puesta en órbita el pasado 26 de noviembre.

Desde la Estación, la astronauta estadounidense Sandra Magnus, la tercera integrante de la misión permanente número 18 de la plataforma orbital, supervisó la caminata espacial de sus compañeros.

La Estación Espacial Internacional (EEI) es un proyecto con un coste de 100.000 millones de dólares en el que participan 16 países.