En un comunicado, el ejecutivo de la UE señaló que las decisiones tomadas ayer en Poznan, que incluyen programas de trabajo para 2009, permitirán acelerar la negociación multilateral.

La cumbre concluyó la pasada madrugada con el mantenimiento del objetivo de reducir las emisiones de CO2 entre un 25 y 40 por ciento para los países industrializados y, por primera vez, se incluyó la posibilidad de que las naciones en desarrollo también las limiten entre un 15 y un 30 por ciento.

También se logró un acuerdo para poner en marcha un fondo para ayudar a los países pobres a hacer frente a los efectos del cambio climático, que sin embargo decepcionó a los receptores por su escasa cuantía (entre 80 y 300 millones de dólares anuales).

El comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, opinó que Poznan ha sido "una parada útil en el camino hacia la conferencia de Copenhague", donde el mundo debe cerrar un nuevo acuerdo para la lucha contra el cambio climático para el periodo posterior a 2012.

Aunque el consenso logrado los últimos días es alentador, "queda mucho trabajo por hacer para lograr un acuerdo satisfactorio" en la capital danesa, advirtió el comisario.

Dimas afirmó que el acuerdo rubricado ayer por los líderes de la UE, que mantiene los objetivos de reducir las emisiones de gases contaminantes el 20 por ciento para 2020, demuestra al resto del mundo que avanzar hacia una economía basada en las energías limpias es compatible con la prosperidad.

El mandatario europeo recordó que los Veintisiete están dispuestos a marcarse un objetivo más ambicioso, del 30 por ciento de reducción, si los demás países industrializados asumen compromisos equivalentes en la conferencia de Copenhague.

Según el pacto alcanzado ayer en la ciudad polaca, antes del próximo mes de junio debe haber un borrador de acuerdo en la mesa de negociación, una vez que los países avanzados que firmaron el Protocolo de Kioto expongan sus objetivos de recorte de las emisiones, antes de la próxima sesión negociadora, prevista para marzo.