El primer ejemplar, como una suerte de Pinocho, no se parecía a los que hoy conocemos, sino que había sido construido en madera y con un sólo botón.

Fue presentado en el Civic Auditorium de San Francisco durante la Conferencia de Otoño de Empresas de Informática y tenía un nombre oficial "X-Y Position Indicator for a Display System" (Indicador de Posición de X-Y para un Dispositivo de Pantalla), aunque el cable que lo conectaba al ordenador y su tamaño de roedor le condenaron a llamarse ratón.

Actualemente, por ponerle en contacto con una herramienta tan cotidiana, el ratón es el nuevo mejor amigo del hombre, aunque muchos de estos "animales de compañía", gracias a la tecnología inalámbrica, ya no tienen "cola", corretean por encima de una alfombrilla e incluso se reducen a una pantalla táctil.

En 1968, a pesar de que las funciones eran en esencia las mismas, estaban al servicio de un proyecto mayor: "A Research Center for Augmenting Human Intellect" (Un centro de investigación para aumentar el intelecto humano) era el nombre del proyecto global presentado en aquella conferencia.

Engelbart y English fueron prácticamente pioneros en utilizar la palabra "interacción" tal y como hoy se entiende y el primero de ellos, no en vano, era una de las cabezas visibles de otro proyecto revolucionario: ARPA, considerado el antecedente de internet.

"En el Instituto de Investigación Stanford -en el que ambos trabajaban- estamos desarrollando un laboratorio experimental sobre un ordenador multi-consola interactivo (...) para demostrar cómo pueden ayudar estos aparatos al aumento de la capacidad intelectual", explicaban hace cuarenta años, según la página web del Bootstrap Institute, que Engelbart fundó en el año 1989.

Este (entonces no tan pequeño) periférico venía a sustituir al lápiz-puntero y al joystick. "Según los experimentos, es más rápido y preciso que los métodos anteriores", más preciso y menos cansino, especificaron en su presentación oficial.

Pero todo invento necesita su cazatalentos y, como viene siendo habitual en los últimos años, fue Apple -más en concreto sus fundadores, Steve Jobs y Jef Raskin- la empresa que vio, ya en 1979, el filón del "simpático" ratón como catalizador de la democratización de la informática.

Por sólo 40.000 dólares se hicieron con la patente del invento, que el Stanford Reseach Institute había tenido durante más de diez años sin sacar especial rendimiento.

"Apple siempre ha buscado en sus diseños algo emocional, contando con el hecho de que los aparatos electrónicos pasan mucho tiempo con su usuario y para él tienen que resultar cómodos y agradables", explican fuentes de la empresa a Efe.

Y así, la empresa de la manzana, que ahora he vuelto a revolucionar el mercado con el iPhone, lanzó en 1981, gestada en el Palo Alto Research Center (PARC), la primera computadora con ratón (ahora sí, de dos botones) incluido: la Xerox Star 8010.

Desde entonces, la evolución ha sido exponencial y el ratón del ordenador es el más famoso desde Mickey Mouse. La vida ya no es coser y cantar, sino cortar y pegar. Seleccionar, arrastrar y "cliquear".

Sólo queda preguntarse, ¿será este ratón una especie en extinción? Todavía con la hegemonía pese al envite de la pantalla táctil, el cine propuso en "Minority Report" (1999) el manejo manual del puntero y el iPhone lo puso en práctica.

También tendrá que luchar en el futuro por la posibilidad de mover el puntero con los ojos -que hace un año inventó, precisamente, la Universidad de Stanford-, con los gestos -el controlador Mgestyk- o una versión sofisticada del mando a distancia, como ya se usa en las videoconsolas.

A Engelbart, sin embargo, siempre le preocupó más una mera cuestión formal. "Logitech (LOGI) recientemente dijo que había sido vendido el ratón número un billón. ¿No es increíble? Lo primero que pensé fue que a alguien se le ocurriría un nombre más apropiado y digno a estas alturas", reconocería.