Firmaron el documento el socio director de China Consultants, Emilio Mulet, y el presidente de CNCIC, Fu Xu, con la asistencia del embajador español en China, Carlos Blasco, quien destacó que acuerdos como éste pueden ayudar a resolver el desequilibrio comercial entre los dos países (España exporta a China casi nueve veces menos de lo que importa del país asiático).

Mulet destacó que en virtud del pacto se puede tanto prestar a China tecnología española que todavía no posee como desarrollar conjuntamente proyectos de investigación y desarrollo hispano-chinos, que según él se enfrentan ante una buena oportunidad debido a la recesión económica mundial.

"Se puede aprovechar el momento de crisis para desarrollar nuevos proyectos de investigación, que, al término de la recesión, podrían pasar al mercado", señaló el empresario.

Mulet, que a partir de ahora será el director general de CNCIC en España, destacó que los proyectos de cooperación para el desarrollo de nuevas tecnologías serán el gran negocio de los próximos cinco años, y señaló que el sector petroquímico "es especialmente sensible" a estas actividades conjuntas.

China Consultants servirá de puente para que las industrias petroquímicas chinas, a través de CNCIC, puedan acceder a socios y mercados tanto en España como en Latinoamérica, destacaron los firmantes del contrato, recordando la importante presencia de empresas como Repsol en mercados latinoamericanos tales como Argentina y Brasil.

El embajador español destacó que acuerdos económicos como el de hoy ayudarán a que España diversifique su imagen en China, "y no sea vista sólo como un país agradable y bonito; también es un país muy desarrollado, la octava economía del mundo".

El CNCIC ha entregado una lista de subsectores en los que cree que las empresas españolas podrían invertir en China, entre ellos la sal de potasio y derivados, el silicio orgánico, la ingeniería plástica y los materiales inorgánicos modificados.