Así lo ha prometido el conseller balear de Medio Ambiente, Miquel Ángel Grimalt, tras conocer un informe presentado por Oceana que destaca la existencia de una docena de ecosistemas y casi 300 especies en Cabrera, cuya subsistencia peligra principalmente por la presión de los pescadores de arrastre.

El conseller ha manifestado que "el estudio bionómico realizado a lo largo de un año por Oceana ha puesto en evidencia la existencia de unas zonas muy interesantes desde el punto de vista biológico y de riqueza marina que son convenientes de preservar".

Ha destacado que gran parte de estas zonas "están fuera del límite del parque pero próximo a él" y por ello ha señalado que "la conclusión es obvia, y se han de proteger dentro del propio entorno de parque" y realizar de momento las gestiones competenciales propias para proteger esas zonas.

Grimalt ha apuntado "el gran valor simbólico que tiene para Baleares el que el parque pase a ser gestionado por la comunidad autónoma", pero ha advertido de que "la transferencia del parque ha de venir acompañada de recursos económicos".

"Tras el informe científico presentado por Oceana, debe efectuarse la ampliación del parque, pero no aumentar más las restricciones, porque el grado de protección que tiene en estos momentos el archipiélago está bien", ha manifestado Grimalt en referencia a si el parque debe seguir abierto al público y permitirse el fondeo limitado.

Oceana ha presentado hoy en el Club Náutico de Palma las conclusiones del estudio realizado en el fondo marino del archipiélago de Cabrera en colaboración con la Agencia Balear del Agua y de Calidad Ambiental dependiente de la Conselleria de Medio Ambiente.

El director ejecutivo de Oceana Europa, Xavier Pastor, ha anunciado que el estudio ha permitido descubrir en 8.000 hectáreas rastreadas de fondo submarino al norte, sur y este de parque nacional y sus alrededores "una docena de ecosistemas y casi trescientas especies biológicas".