Investigadores de la Universidad del Estado de Pensilvania en Estados Unidos han presentado la primera secuencia del genoma de un animal extinguido, el mamut lanoso, una especie extinguida de elefante que estaba adaptada a vivir en el ambiente frío del hemisferio norte.

Los científicos, que presentan su trabajo en la revista 'Nature', han secuenciado 4.000 millones de bases de ADN utilizando avanzados instrumentos de secuenciación y un nuevo método para leer el ADN antiguo.

Los científicos creen que de este elevado número de bases de ADN, sólo 3.300 pueden ser atribuidas al mamut lanudo y el resto podrían pertenecer a otros organismos del ambiente, como bacterias y hongos, que han contaminado la muestra.

Para distinguir entre el ADN propio y ajeno del animal extinguido los investigadores han comparado la muestra con el genoma del elefante africano, que en la actualidad secuencian investigadores del Instituto Broad del Instituto Tecnológico de Massachusetts y Harvard. Los científicos esperan que cuando se finalice la secuenciación del elefante africano se pueda realizar una evaluación final de la cantidad total de genoma del mamut lanudo se ha secuenciado.

Los investigadores secuenciaron el genoma nuclear del mamut utilizando ADN extraído de los pelos de una momia de mamut que se había mantenido enterrada en permafrost durante 20.000 años y de la momia de un segundo ejemplar de esta especie extinta que tenía al menos 60.000 años.

El equipo habían secuenciado ya el genoma mitocondrial del mamut lanudo, que codifica sólo 13 de los aproximadamente 20.000 genes del mamut pero que es fácil de secuenciar porque cada célula del mamut tiene muchas copias.

Los dos métodos combinados ha proporcionado nueva información sobre la evolución de tres especies conocidas de elefantes: los elefantes africanos e indios modernos y el mamut lanudo.

Los investigadores descubrieron que los mamuts lanudos se separaron en dos grupos hace dos millones de años y estos grupos se volvieron poblaciones genéticamente distintas. Los resultados apuntan a que una de estas subpoblaciones se extinguió hace unos 45.000 años mientras que la otra sobrevivió hasta la última edad de hielo, hace unos 10.000 años. Además, los datos muestran que los mamuts lanudos están más asociados a los elefantes modernos de lo que se creía hasta el momento.

Según explica Webb Miller, uno de los directores del estudio, "nuestros datos sugieren que los mamuts y los elefantes modernos se separaron hace unos seis millones de años, alrededor del mismo momento en el que lo hicieron los humanos y los chimpancés". Stephan C. Shuster, codirector del trabajo, aclara que sin embargo, a diferencia de humanos y chimpancés que evolucionaron relativamente rápido en dos especies distintas, mamuts y elefantes evolucionaron a un ritmo más gradual.

La investigación muestra además que los mamuts lanudos tenían una baja diversidad genética. "Descubrimos que los mamuts lanudos individuales eran tan similares genéticamente entre sí que podrían haber sido especialmente susceptibles de desaparecer por una enfermedad, un cambio en el clima o por los humanos", señala Schuster.

Los investigadores utilizarán los datos para investigar entre otros muchos aspectos las características únicas de los mamuts lanudos y por qué se extinguieron. "Esta es en realidad la primera vez que podemos estudiar un animal extinto en el mismo detalle que los que viven en nuestro tiempo", añade el investigador.

Schuster espera que lo aprendido del genoma del mamut sea útil para proteger a otras especies de la extinción. "Además, al descifrar este genoma podríamos, en teoría, generar datos que un día ayudaran a otros investigadores a devolver a la vida al mamut lanudo al insertar secuencias de ADN únicas del mamut en el genoma del elefante moderno".