El meteorito había sido encontrado por unos agricultores hace años en una hacienda del municipio de Campinorte, a 300 kilómetros de Goiania, la capital regional, pero el propietario siempre pensó que se trataba de una roca de manganeso, material abundante en la zona, según el portal de noticias G1.

Sin embargo, recientemente hizo llegar un fragmento de la roca al Museo Nacional de Río de Janeiro, donde los científicos llegaron a la conclusión de que se trataba del segundo meteorito más grande hallado en Brasil hasta la fecha.

Eli Braz de Oliveira, dueño de la hacienda donde se encontró la roca, señaló que pretende venderla por un millón de reales (unos 346.000 euros).