En este trabajo, publicado en la revista norteamericana Cell, han participado científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y un grupo de investigadores de la Universitat de València.

María Blasco, autora principal de este estudio, ha detallado a Efe que para conseguir estos resultados se ha aumentado la telomerasa (enzima) en ratones resistentes al cáncer.

En investigaciones anteriores, los científicos habían visto que si se incrementaba sólo la cantidad de telomerasa, aumentaba el riesgo de desarrollar un cáncer, por eso la importancia de este trabajo radica, precisamente, en que, por primera vez, se han conseguido las dos cosas: aumentar la longevidad y la resistencia al cáncer.

"A la vez que incrementamos la cantidad de telomerasa hemos aumentado la cantidad de unos genes que nos protegen contra el cáncer", ha remachado la investigadora del CNIO, quien ha manifestado que con la combinación de las dos cosas se ha conseguido que los ratones vivan un 40 por ciento más, lo que supone un "récord".

Si bien ha recordado que en las personas no se pueden aumentar la cantidad de los genes, Blasco ha indicado que "si lo trasladáramos a los humanos sería equivalente a envejecer mucho más tarde y poder llegar a vivir hasta 120 años".

Blasco ha explicado que su equipo y el resto de investigadores lo que intentan es entender qué es el envejecimiento y qué genes son importantes para determinar lo que vivimos, y, para ello, "nuestra aproximación es generar ratones modificados genéticamente, como modelo, para poder entender lo que pasaría en humanos".

En este sentido, la investigadora ha relatado que lo que se ha demostrado es que hay una enzima, que se llama telomerasa y que es conocida como "la enzima de la inmortalidad", y se ha estudiado si aumentando su cantidad se puede hacer que el ratón viva más.

La relación entre los telómeros (sector terminal de la estructura del cromosoma) y el envejecimiento se conoce desde 1990 gracias a las investigaciones de Carol Greider y Calvin Harley.

Cuanto más largos son los telómeros, más puede multiplicarse una célula (incluidas las células madre que regeneran los tejidos) y, por tanto, el organismo se mantiene joven durante más tiempo.

Esta científica ha añadido que conociendo el riesgo a desarrollar cáncer, "creamos, por un lado, un ratón resistente" a éste y, por otro, "un ratón con mayor cantidad de Tert, proteína responsable de la regeneración de los telómeros".

El cruce de ambos ratones ha dado lugar a un ratón longevo, cuyo organismo envejece más tarde y vive más años.

En concreto, este animal presenta una buena coordinación neuromuscular a edades avanzadas, además de una mayor tolerancia a la glucosa (lo que significa menos diabetes en la vejez) y unos tejidos más sanos, como la piel y el tracto digestivo, que se mantienen jóvenes durante más tiempo.

Blasco, cuyo grupo de investigación lleva cuatro años desarrollando este proyecto, ha afirmado que la investigación con ratones se utiliza para demostrar que "algo es importante y que tiene un potencial importante para los humanos".

En la actualidad, ya existen moléculas que aumentan la cantidad de telomerasa en las células y hay empresas farmacéuticas que están haciendo pruebas dirigidas a retrasar el envejecimiento de los tejidos aumentando la cantidad de telomerasa.