Según un informe publicado hoy por el Ministerio nipón de Medio Ambiente y recogido por la agencia Kyodo, ese aumento supone un 8,7 por ciento por encima del nivel de 1990, el año de referencia marcado por el Protocolo de Kioto.

Respecto al ejercicio fiscal anterior, las emisiones de dióxido de carbono crecieron un 2,3 por ciento debido a un incremento en los trabajos en las plantas de energía eléctrica térmica, que emiten más dióxido de carbono que las plantas de energía hidráulica.

Otra de las razones fue la suspensión de una planta de energía nuclear en Niigata (noroeste de Japón) a causa de un terremoto en 2007, lo que provocó un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector industrial, empresas y hogares.

Por sectores, en los hogares nipones las emisiones aumentaron un 8,4 por ciento, ante el mayor uso de aire acondicionado en el verano, y en el área industrial se incrementaron un 3,6 por ciento.

El Protocolo de Kioto instaba a Japón a recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 6 por ciento entre 2008 y 2012 con respecto a los niveles de 1990.