En él se señala que una sucesión de años secos, como el vivido en 2005, provocaría esta situación, además del abandono de las prácticas tradicionales agrícolas y forestales, y el consecuente incremento del bosque y su densidad.

La investigadora Virginia Hernández Santana, actualmente en el departamento de Ecología de la Universidad de Alcalá de Henares y autora principal del estudio, ha explicado a Efe que para realizar este trabajo estudiaron una cuenca de 62 hectáreas, desde 2004 a 2007, y ha agregado que se trata de la primera vez que se analizan los posibles impactos del cambio global sobre esta especie.

Hernández Santana, quien ha recordado que el cambio global incluye el cambio climático y "el abandono de las zonas rurales", ha afirmado que, en la actualidad, el bosque de roble melojo se encuentra "en un estado razonablemente adecuado", aunque ha señalado que el estudio lo que precisamente prueba es lo que podría pasar si los recursos hídricos disminuyen.

Para hacer este pronóstico, los investigadores han evaluado las relaciones actuales entre el desarrollo del agua del suelo y el comportamiento de este árbol a largo plazo, desde el punto de vista hídrico.