El bebé, una niña italiana de Rieti, provincia de la región central del Lazio, nació sana gracias a esta nueva técnica que permitirá a las parejas con mujeres portadoras de enfermedades genéticas o cromosómicas concebir hijos "in vitro" sin recurrir a la selección de células embrionarias, es decir ya fecundadas.

El descubrimiento de los investigadores italianos Massimo Moscarini, Francesco Fiorentino y Donatella Caserta fue presentado hoy como una técnica de fecundación asistida "que pondrá de acuerdo a ciencia y ética", ya que podrá ser aceptada por todos los sectores, incluida la Iglesia católica que se opone a la experimentación o examen de las células embrionarias.

La técnica consiste en estudiar el ovocito materno mediante una biopsia del primer glóbulo polar (1PB) antes de su fecundación y analizar si es portador de enfermedades genéticas como la talasemia, la fibrosis cística o la distrofia muscular.

"La diagnosis genética pre-concepción selecciona el ovocito de la mujer en el que no existen anomalías genéticas, de manera que se pueden producir embriones sanos", explicó Francesco Fiorentino, biólogo molecular y director del Laboratorio Genoma de la Universidad romana La Sapienza.

Los investigadores resaltaron la importancia de esta técnica en Italia, donde una rígida ley sobre fecundación artificial prohíbe efectuar en parejas portadoras de enfermedades genéticas un diagnóstico de los embriones antes de ser implantados.

Considerada la más restrictiva de Europa, la ley 40/2004 impide además la investigación sobre las células madre; obliga a crear e implantar en cada ciclo sólo tres embriones; y prohíbe las donaciones de esperma u óvulos, la llamada fecundación heteróloga.