La "dinastía" de vacas "Porteña" promete revolucionar tanto el sector de producción de leche como de carne vacuna, apuntó hoy el doctor Marcelo Criscuolo al explicar este desarrollo biotecnológico.

Criscuolo, directivo de Biosidus, sostuvo que se podrá reducir sustancialmente el coste de la hormona de crecimiento bovino, que actualmente producen sólo dos compañías por medio de síntesis química.

Las vacas portan una modificación en un gen para lograr que produzcan la hormona de crecimiento bovino en sus glándulas mamarias "donde no lo hacen naturalmente", señaló el científico a la radio Continental de Buenos Aires.

"Ya indujimos la lactación y comprobamos que la hormona está en la leche", dijo Criscuolo al indicar que la empresa se dedica ahora a reunir este tipo de vacas transgénicas para entrar "en la etapa final de producción".

Dijo que actualmente se mueven unos 500 millones de dólares (algo más de 388 millones de euros) anuales en el mercado mundial de hormonas de crecimiento bovino, que utilizan sobre todo productores de Estados Unidos, México y Brasil.

Biosidus lleva una década trabajando en el desarrollo de lo que llama lechería "farmacéutica", y desde 2002, cuando creó a "Pampa", la primer vaca clonada en América Latina, produce leche con hormona de crecimiento humano o con insulina.

La "ventaja" de este desarrollo biotecnológico es que las vacas, que consumen pasto y agua, producen productos farmacéuticos de forma natural, comentó Criscuolo.

Destacó que la inversión "es mucho menor" que la necesaria para desarrollar productos farmacéuticos por medio de técnicas tradicionales.

El laboratorio argentino, que lleva invertidos unos siete millones de dólares (5,7 millones de euros) en este campo de la biotecnología, factura unos 40 millones de dólares (31,06) anuales y el 75 por ciento de sus productos son exportados, según datos de la empresa.