Según sus creadores, este sistema ayudará a los operarios de los bancos a cometer menos errores en la introducción masiva de datos y abre la posibilidad de la automatización completa de las transacciones, agilizando las gestiones bancarias.

Así, después de digitalizar el cheque con un escáner, el sistema separa el texto del fondo, y localiza las coordenadas de la zona donde está escrita la cantidad. Posteriormente el programa divide la imagen en módulos y localiza cada uno de los dígitos que componen el importe del cheque, según un artículo publicado en la revista "Image and Vision Computing" que recoge el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).

Para descifrar esta parte escrita, se recurre a una base de datos con una amplia muestra de estilos que caracterizan la caligrafía de cada persona, y con indicadores del número de trazos realizados para anotar un dígito, la prolongación de las líneas, las cursivas o incluso el tamaño del texto.

De esta manera, el aparato es capaz de descifrar un gran conjunto de números después de leerlos; aunque, para reconocer la cantidad exacta escrita en el cheque ha de realizar ciertas correcciones como la normalización del tamaño, el cierre de trazos o la unión o separación de números contiguos.

"Cuando la red neuronal reconoce todos los dígitos de manera independiente, el proceso ha acabado, pero cuando la información es ininteligible, el sistema vuelve al inicio y prueba otras maneras de juntar trazos o de separar los dígitos en contacto, hasta que toda la cantidad queda reconocida con un alto grado de certeza", señaló el coautor del estudio e investigador en el Instituto de Investigación Tecnológica de la Universidad Pontificia de Comillas, Rafael Palacios.

El mayor problema que entraña este trabajo, añadió, es que en la actualidad no existe un modelo estandarizado de cheque e "incluso los de un mismo país son de diferente tamaño, los elementos están repartidos en distintos lugares y los colores del fondo son diversos".

Actualmente los bancos disponen de escáneres comerciales que digitalizan cheques enteros y son capaces de reconocer el número de cuenta que está impreso con tinta magnética en la parte inferior del cheque. Sin embargo, la cuantía del cobro, escrita a mano, debe ser introducida por los operarios.