Una investigación desarrollada por españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) financiados por la Fundación BBVA y que ha sido publicada en Biological Conservation, ha permitido descubrir en el sur de Panamá, en la Playa de Armila (4,5 kilómetros de longitud) el espacio natural de mayor abundancia de nidos de tortugas laúd, con una densidad de anidación de 900 nidos por kilómetro lineal de playa.

El estudio ha permitido la exploración, entre 2006 y 2007, de cien kilómetros de playas atlánticas prácticamente desconocidas del norte de Colombia y sur de Panamá, y ha desvelado que el Caribe centroamericano es la cuarta zona de anidación más importante del mundo de tortugas laúd, tras las Guayanas, Gabón y Trinidad.

Según ha explicado hoy en rueda de prensa, en la sede de la Fundación BBVA, uno de los responsables del proyecto, Adolfo Marco, de la Estación Biológica de Doñana, del CSIC, "es increíble" el grado de protección en esta zona de la tortuga laúd, un animal considerado casi sagrado por los indígenas.

"Podría tratarse de la playa con una de las densidades de anidación más altas del mundo de tortugas laúd", ha añadido el experto. Hasta ahora, la más importante era la Chiriquí, también en Panamá, con 128 nidos por kilómetro de este animal, que puede llegar a los dos metros de longitud y a los 800 kilogramos de peso.

En la Playa de Armila, un recóndito lugar de difícil acceso a causa del narcotráfico, la droga y los paramilitares, habita "una comunidad indígena muy importante, con un modelo fantástico de convivencia con la naturaleza"; en ese lugar, "el grado de protección a las tortugas laúd es increíble. No se conoce nada parecido", ha añadido el experto.

Este longevo animal, que puede vivir hasta cien años, se considera "casi sagrado, y cualquier daño que se le haga provocará pérdida de pesca y graves problemas de subsistencia", según las creencias de los indígenas; los Kuna "tienen una veneración" ancestral por esta especie, y probablemente, "ésta es la razón de este éxito de anidación".

Se trata de una comunidad de unas cien casas de techo de paja, ubicada en un lugar privilegiado, entre dos ríos, una montaña y la selva tropical, que se reúne todas las tardes para decidir entre todos qué hacen; "hemos tenido la suerte -ha señalado Marco- de participar en esas reuniones. Nos han abierto las puertas y hemos trabajado con mucha libertad".

La alta supervivencia de nidos y el elevado éxito de eclosión de los huevos (70 por ciento) está favorecida por la inexistencia de construcciones e iluminación sobre la línea de costa y la ausencia de expolio y consumo de huevos o captura de hembras; los Kuna han aprobado recientemente una regulación que prohíbe la captura de las tortugas marinas y su consumo o comercialización.

Después de "la tortuga boba", la laúd es la más abundante en el litoral español, a donde llega procedente del Caribe, transcurrido el período de anidación, que se produce entre febrero y mayo, y tras haber recorrido miles de kilómetros, a velocidades de hasta 10 metros por segundo con una precisión magistral en su navegación.

"La muerte masiva de ejemplares juveniles grandes" de este animal que se está produciendo en costas como las españolas, a donde llega esta tortuga, posiblemente por motivos geográficos, a causa de las corrientes de aguas en zonas del Atlántico, está asociada a la actividad pesquera, preferentemente, ha denunciado el científico.

En España, no sólo hay tortugas laúd en el Mediterráneo, sino en todo el litoral, es decir, en la cornisa cantábrica, en Cataluña, en las islas, y el Estrecho de Gibraltar, con sus corrientes, es como "una trampa" para la tortuga laúd, cuya dieta la componen las medusas en un 95 por ciento; las más tóxicas son sus preferidas.

La disminución de tortugas laúd en España podría estar afectando a la proliferación de medusas en el litoral, aunque no hay datos para asegurar que un aumento de aquéllas pudiera implicar una reducción automática de éstas últimas, ha advertido el experto.