Los aborígenes pueblan australia desde hace unos 45.000 años y constituyen la cultura viva más antigua del planeta. Creen en que su espíritu no puede descansar hasta que se reúna con su tierra, es decir, con su madre.

"Sesenta años después de abandonar nuestras costas, estos son los primeros restos de indígenas australianos que serán devueltos de una institución estadounidense de relevancia", explicó la ministra de Asuntos Indígenas australiana, Jenny Macklin.

Los restos de los 33 aborígenes, procedentes de las comunidades de Gunbalanya y de Groote Eylandt, en Arnhem Land (norte de Australia) eran conservados en el Museo de Historia Natural del Instituto Smithsonian.

La expedición científica australiana-estadounidense a Arnhem Land de 1948 recopiló los restos de 46 aborígenes de cuatro comunidades: Gunbalanya, Groote Eylandt, Yirrkala y Milingimbi. Uno de los ancianos de la comunidad de Groote Eylandt, Jacob Nayinggul, cree que entre los restos podrían estar los de sus abuelas.

Cuando lleguen a Australia, los aborígenes celebrarán una antigua ceremonia de bienvenida antes de los entierros, que tendrán lugar en privado.

Recientemente Reino Unido también devolvió los restos de tres aborígenes de la comunidad de Ngarrindjeri (sur) y el Gobierno australiano negocia más repatriaciones con otros países.