Ante dicha cámara ha presentado una denuncia el investigador estadounidense James Thomson, pionero de los estudios con células madre, que desea patentar su procedimiento y, con ello, las células por él creadas.

Thomson fue en 1998 el primer científico que consiguió cultivar células madre humanas embrionarias.

"No existen motivos para excluir de una posible patente las células madre embrionarias", señaló hoy en la capital bávara un portavoz de la Wisconsin Alumni Research Foundation, que representa los intereses de Thomson ante la gran cámara de apelación de la EPO.

El portavoz de la parte demandante reconoció que la directiva 23d del Acuerdo Europeo sobre Patentes excluye conceder patentes a embriones humanos, pero afirmó que esa directriz no tiene por qué afectar a las células que se obtienen de esos embriones.

En base a esa directriz, que excluye de la concesión de patentes "el uso de embriones humanos para fines industriales o comerciales", todas las anteriores instancias de la EPO habían rechazado la solicitud de Thomson.

"La directiva 23d debe ser vista a la luz de la Carta Europea de los derechos fundamentales. Ésta prohíbe obtener beneficios económicos del cuerpo humano o parte del mismo. Por supuesto que no se puede comerciar con partes del cuerpo humano. Pero esto no es válido para células que son extraídas del cuerpo", dijo el portavoz de la fundación estadounidense.

Añadió que dicha carta no concede a los embriones un derecho fundamental a la vida, subrayó que el aborto es una práctica legal en la mayoría de los estados de la Unión Europea y comentó que en Europa se destruyen a diario embriones con el uso de la píldora del día después.

A su vez, un portavoz de la EPO dio a entender que la máxima instancia de la oficina europea volverá a decidir contra Thomson al subrayar que la directiva 23d también protege a los embriones de su comercialización.

"En el caso del demandante no hay duda alguna de que usa embriones", señaló el portavoz de la EPO, quien se remitió a una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que establece que la dignidad humana de los embriones debe ser protegida.

Christoph Then, experto en patentes de la organización ecologista Greenpeace, contraria a los deseos de Thomson, señaló que "la vista en la EPO cerrará con una sentencia básica una discusión de años sobre la posibilidad de patentar células madre embrionarias".