Después de un encuentro con corresponsales extranjeros en Sao Paulo, Rezende señaló en diálogo con Efe que "Brasil tiene acuerdos de cooperación científica y tecnológica con varios países, como Ucrania y China en el área espacial o con Argentina en materia de energía nuclear".

"Pero en estos últimos años se destaca la cooperación con España, que es recíproco a las inquietudes de nuestros investigadores y los recibe con beneplácito en sus instituciones para estudios avanzados, especializados y de doctorado", agregó.

En el campo de la tecnología espacial, Brasil está con el proyecto de lanzar en 2010 el cohete "Ciclone 4", en asocio con Ucrania, mientras que con China se construye un satélite para monitorear la Tierra y con Argentina, en 2011, se pretende lanzar un satélite conjunto para vigilar los océanos.

También con Argentina existe aproximación en el campo de la energía nuclear, área en la que Brasil ya enriquece uranio y Argentina cuenta con un reactor propio.

En un plazo de diez años, según el ministro, Brasil espera tener la cantidad de centrifugadoras para enriquecer todo su uranio y convertirse en autosuficiente.

La energía nuclear, aseguró Rezende, "no está volcada a la industria armamentista. Esperamos aplicarla a la medicina, a la agricultura y a la generación de energía en termoeléctricas, la menos perjudicial para el medio ambiente".

El país suramericano trabaja en el prototipo de pequeños reactores para el submarino de propulsión nuclear que construye con asesoría francesa.

Rezende destacó los avances de su país en el campo científico y tecnológico, aunque reconoció el atraso en algunas áreas por el retardo en la adopción de una política de investigación.

En 1963 comenzaron en Brasil las primeras investigaciones científicas que se formalizaron en 1968 con el régimen universitario de profesores. En 1974 consiguieron una ley específica de apoyo que dio la base para la creación del ministerio en 1985.

En ese sentido, Rezende reconoció que por la "dimensión" del país, en términos de extensión y población, Brasil requiere de la actuación de 600.000 investigadores con doctorado y apenas cuenta con 80.000.

"Estamos distantes del primer mundo, pero no tanto como estábamos antes", subrayó Rezende.

Como ejemplos positivos, Rezende mencionó los avances en investigación aeronáutica, petrolera y agrícola, que dejan al país "a la par" en esos sectores en el comparativo con las naciones desarrolladas.